Eurostat revisa al alza la inflación de la eurozona en enero

FRÁNCFORT, 23 feb (Reuters) – Eurostat informó el jueves que la inflación de la zona euro fue en enero ligeramente superior a la estimación anterior, lo que confirma que el crecimiento de los precios ya ha superado con creces su punto álgido, aunque las presiones subyacentes sobre los precios siguen sin dar señales de remitir.

La inflación de los precios al consumo en los 20 países que comparten el euro se redujo al 8,6% en enero, frente al 9,2% del mes anterior, situándose justo por encima del 8,5% estimado a principios de mes, cuando aún no se habían incluido las cifras de Alemania, la mayor economía del bloque.

Sin embargo, es probable que el Banco Central Europeo (BCE) no vea con buenos ojos estos datos, en un momento en que las revisiones muestran que la inflación subyacente —el crecimiento de los precios sin tener en cuenta los productos volátiles como los alimentos y los carburantes— se ha acelerado hasta el 5,3% desde el 5,2% estimado anteriormente, lo que contradice los datos iniciales que apuntaban a un ritmo estable.

El BCE ha subido los tipos en un total de 3 puntos porcentuales desde julio para controlar la inflación y ahora los dirigentes monetarios están preocupados por el hecho de que lo que en un principio fue un aumento impulsado por los costes de la energía se esté extendiendo a todos los sectores.

De hecho, la preocupación por la inflación subyacente ha dominado los comentarios públicos de los responsables de política monetaria en las últimas semanas y algunos han argumentado que las subidas de tipos no deberían detenerse hasta que se produzca un cambio claro en la evolución de los precios subyacentes.

La inflación de los servicios, que representa la mayor parte de la inflación subyacente, se revisó al alza del 4,2% al 4,4%, lo que probablemente preocupó a algunos porque los servicios reflejan principalmente el crecimiento de los salarios y los ingresos de los empleados están aumentando a su ritmo más rápido en años, aunque el crecimiento real o ajustado a la inflación siga siendo negativo.

El problema es que la inflación subyacente refleja mejor la evolución futura de los precios, por lo que una tasa que se mantenga por encima del objetivo del 2% fijado por el BCE plantea el riesgo de un rebasamiento persistente.

En la actualidad, los mercados valoran la inflación a largo plazo en algo más del 2,4% e Isabel Schnabel, miembro del Consejo del BCE, ya ha dicho que los mercados pueden estar subestimando la persistencia de la inflación, ya que aún no ha comenzado una “desinflación generalizada”.

Schnabel también dijo que incluso un cambio de tendencia en la inflación subyacente no es suficiente para detener el endurecimiento monetario, ya que la disminución de los costes de la energía en lugar de componentes más persistentes probablemente explicarían el cambio.

El BCE ya ha prometido otra subida de los tipos de interés de 50 puntos básicos en marzo y los mercados prevén aumentos de otros 75 puntos a partir de entonces, lo que situaría el máximo de los tipos en torno al 3,75%.

La inflación de los precios de la energía se revisó al 18,9% en enero, frente al 17,2% inicial, pero sigue siendo inferior al 25,5% de diciembre.

Letonia registró la inflación más alta de la zona euro, con una tasa superior al 21%, mientras que Luxemburgo y España registraron las más lentas, ligeramente por debajo del 6%.

(Información de Balazs Koranyi; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)

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