Por Stephanie van den Berg y Deisy Buitrago
LA HAYA/CARACAS, 6 abr (Reuters) -Los jueces de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) dictaminaron el jueves que tenían jurisdicción sobre una larga disputa territorial entre Guyana y Venezuela, que podría determinar qué país tiene derechos sobre una extensa área que contiene campos de petróleo y gas costa afuera.
Guyana solicitó en 2018 a la CIJ, también conocida como la Corte Mundial, que confirmara que la frontera se estableció en un arbitraje de 1899 entre Venezuela y la entonces colonia de la Guayana Británica.
Venezuela, aunque boicoteó gran parte del procedimiento, trató de evitar que el caso avanzara argumentando que el Reino Unido debería participar, porque Guyana era una colonia británica en 1899, pero los jueces rechazaron ese razonamiento y dijeron que tenían jurisdicción.
El tribunal “por 14 votos contra 1, rechaza la excepción preliminar planteada por la República Bolivariana de Venezuela”, dijo la jueza presidente Joan Donoghue, mientras leía la decisión.
El siguiente paso serán las audiencias sobre el fondo del caso. Un fallo final podría demorar.
El gobierno de Venezuela dijo que celebra el fallo pues “deja claro” la existencia y vigencia del Acuerdo de Ginebra de 1966 y agregó que no reconoce el mecanismo judicial como una vía de resolución de la controversia.
La vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, dijo que se evaluarán las implicaciones y adoptarán las medidas.
Más temprano, el presidente de Guyana, Irfaan Ali, dijo que su país acoge con satisfacción la decisión de la CIJ, ya que significa que el tribunal está avanzando con una determinación final y vinculante de la frontera.
En un video difundido en medios locales, Ali dijo que esta es la segunda vez que el tribunal rechaza los argumentos de Venezuela, y agregó que confía en que la corte ayudará a fijar una frontera definitiva con su vecino. Guyana está comprometida con una “resolución pacífica” de acuerdo con el derecho internacional, agregó.
Venezuela no quiere que la CIJ se pronuncie y, en cambio, insiste en una solución negociada bilateral para determinar el curso de la frontera terrestre, que en última instancia puede determinar qué país tiene derechos sobre ciertos campos de petróleo y gas costa afuera.
Los descubrimientos de petróleo en los últimos años le han dado a Guyana, que no tiene antecedentes de producción de crudo, el potencial para convertirse en uno de los mayores productores de América Latina.
La frontera de 800 kilómetros entre Guyana y Venezuela es mayormente una jungla impenetrable, mientras la nación miembro de la OPEP reclama históricamente unos dos tercios del territorio guyanés, una disputa que se reactivó hace unos años luego del descubrimiento de crudo frente a las costas de la excolonia británica.
(Reporte de Stephanie van den Berg en La Haya; reporte adicional de Marianna Párraga en Houston y Deisy Buitrago en Caracas)