BUENOS AIRES, 13 ene (Reuters) – A la espera del dato de inflación de diciembre de Argentina, podría derivar en una baja en el ritmo de devaluación del peso impuesto por el banco central (BCRA), y a señales sobre un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que derivaría en el ingreso de fondos frescos para reforzar reservas, analistas opinan sobre el futuro económico del país.
Argentina afrontó la semana pasada el pago de unos 4.360 millones de dólares por renta y amortización de dos de sus principales títulos públicos, los ‘Globales’ emitidos bajo ley extranjera y los ‘Bonares’ bajo amparo de la ley local.
* “Los primeros días del nuevo año mostraron la continuidad en las alzas de bonos y acciones argentinas con el riesgo país marcando nuevos mínimos. El dato de la inflación minorista de CABA (3,3%) abonó las expectativas de que
la inflación nacional de diciembre se ubique en torno a 2,5%, lo que redundaría en una baja del crawling peg al 1% y una reducción en las tasas de interés”, estimó Delphos Investment.
* “En el ámbito local, el foco estará en la inflación de diciembre a conocerse el martes, y que, según el consenso del mercado, sería de 2,7%. Además, el miércoles se conocerá el índice líder de la Universidad Torcuato Di Tella (busca anticipar cambios de tendencia en el ciclo económico), mientras que el viernes se publicarán los resultados fiscales del último mes del año 2024”, recordó Balanz en un informe.
* “El mercado descuenta que una baja del ritmo en la devaluación de la moneda sería acompañada por una reducción en la tasa de interés”, estimó Wise Capital.
* “Dadas las características actuales de la economía argentina, (el nuevo acuerdo con el FMI) se trataría de un Stand-By Agreement (SBS) o un Extended Fund Facilities (EFF), en ambos casos, con condicionalidades y desembolsos limitados a su cumplimiento en las revisiones periódicas”, dijo la consultora Analytica.
“El SBA aborda necesidades de balanza de pagos a corto plazo o shocks externos inesperados y suele tener una duración de 12 a 24 meses; mientras que el EFF es de mayor duración (3 a 4 años) e incluye reformas estructurales”, señaló.
* “El optimismo de los inversores continúa promoviendo renovadas apuestas ante cualquier respiro en el camino”, dijo el economista Gustavo Ber y señaló que “ello se debe principalmente a los progresos ‘macro’ y a la expectativa por las negociaciones con el FMI que pudieran desembocar próximamente en fondos frescos, los cuales permitirían reforzar las reservas y así poder continuar encarando la salida del cepo”.
* “Los bonos siguieron avanzando, festejando el pago asegurado del cupón y llevando el riesgo país a romper la barrera de los 600 puntos (560 puntos). La pregunta ahora es a dónde irán los dólares de esos cupones. Respuestas rápidas: optimistas extienden duration hacia vencimientos 35/38/41, mientras que los más cautos acortan duración yendo a Bopreales o, en menor medida, a bonos corporativos”, estimó Andrés Vernengo de CMA.
* “Al igual que ha sucedido en ocasiones anteriores, ante un buen dato de inflación, el BCRA podría tener en mente una reducción de la tasa de política monetaria”, dijo GMA Capital Research.
“Dado un nivel del tipo de cambio históricamente bajo y una brecha al 15%, es natural preguntarse si las ganancias en dólares a partir de instrumentos en pesos son aún viables. Lo cierto es que la estrategia está sujeta a viejos y nuevos riesgos”, señaló.
* “El superávit financiero (logrado por el Gobierno) da la certidumbre de que al Gobierno le sobra plata para pagar intereses y que lo único que hace es rollear la deuda. No aumenta deuda sino que cancela, paga intereses y amortiza, con lo cual baja el stock de deuda”, señaló Mariano Sardans, director de FDI Gerenciadora de Patrimonios.
* “El 2025 va a ser mejor que el 24. El 24 fue de ajuste muy severo, inevitable porque había quedado un desastre”, dijo en declaraciones radiales Hernán Lacunza, exministro de Hacienda.
“La hiperinflación este gobierno la sacó de la cancha”, agregó y señaló que “este gobierno avanzó con tres palabras, motosierra, anticasta y dolarización. No hizo todo eso pero interpretó que había un hartazgo en la sociedad”.
* “La cuestión crítica es la generación de reservas externas; la misma se ve limitada por un tipo de cambio que luce bajo, el blend de liquidación de exportaciones y las retenciones a la exportación, lo cual no se aprovechó para empezar a compensar con la baja del Impuesto País”, dijo VatNet Financial Research.
* “El primer año de gestión del presidente Milei ha cerrado dando una señal muy clara en materia de su estrategia fiscal que probablemente logre trascender su propia gestión, y ello es un resultado sobresaliente que debe ser destacado”, dijo Juan Luis Bour de la Fundación FIEL.
“Pero un equilibrio macroeconómico sustentable tiene varias patas, y una de ellas – particularmente en el caso de un país emergente relativamente aislado, como es el caso argentino – es la de ser capaz de mantener en equilibrio la cuenta corriente mientras no se tengan las garantías de que ‘lloverán’ inversiones directas para financiar la diferencia entre ingresos y egresos”, señaló.
* “Las fechas claves son el 20 de enero que es la asunción de Donald Trump, y el 29 de enero la primera reunión del año de la Reserva Federal. Pasados estos eventos, nos quedan las negociaciones con el FMI, y las perspectivas de la cosecha gruesa 2024/25 que aportara dólares a partir de finales de marzo en adelante”, estimó el analista Salvador Di Stefano.
“En conclusión, enero es un mes para desensillar hasta que aclare, hágase amigo de la liquidez, acciones y bonos deberían ajustar a la baja, y si desea comprar, no se apure el mercado le dará la oportunidad que busca”, señaló.
(Reporte de Walter Bianchi; Editado por Eliana Raszewski)