Por Trevor Hunnicutt y Dave Sherwood
WASHINGTON/LA HABANA, 14 ene (Reuters) -El Gobierno de Biden anunció el martes que retirará a Cuba de su lista de patrocinadores del terrorismo, mientras que Cuba dijo por separado que liberará a más de 500 presos de sus cárceles, dos anuncios que están a punto de renovar las relaciones entre Washington y La Habana a pocos días de la toma de posesión de Donald Trump.
Los anuncios del presidente Joe Biden hacen retroceder muchas de las sanciones impuestas por el presidente electo Trump durante su anterior mandato, que finaliza en 2021. Si perduran, representarían el avance más significativo en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba desde la distensión de la era Obama.
Trump, un duro crítico de Cuba que designó a la isla como Estado patrocinador del terrorismo, aún no ha comentado las medidas, pero ha prometido una línea dura con el país gobernado por los comunistas. También nombró secretario de Estado al senador estadounidense Marco Rubio, hijo de inmigrantes cubanos y abierto crítico del gobierno de la isla.
Los planes anunciados por Biden -sujetos a la revisión del Congreso y del gobierno entrante de Trump- levantarían la designación que hizo Trump en 2021 de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo, aliviando las sanciones a una isla que ya sufre una profunda crisis económica.
También revocarían una orden de Trump de 2017 que restringía las transacciones financieras con algunas entidades cubanas vinculadas al ejército y al gobierno, según un alto funcionario del Gobierno.
Biden también busca impedir que los individuos presenten demandas tanto contra entidades cubanas como contra compañías extranjeras bajo la Ley Helms-Burton sobre propiedades incautadas tras la revolución de Fidel Castro en 1959, dijo el funcionario.
Apenas una hora después del anuncio estadounidense, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, dijo que su gobierno planeaba liberar “gradualmente” a 553 presos tras las conversaciones con el papa Francisco.
Cuba se enfrentó a duras críticas de grupos defensores de los derechos, Estados Unidos y la Unión Europea tras el encarcelamiento de cientos de manifestantes después de los disturbios del 11 de julio de 2021, los mayores desde la revolución castrista.
No quedó claro de inmediato si los presos que serán liberados habían sido detenidos tras esas protestas.
Un comunicado de la cancillería cubana dijo que la decisión reflejaba la naturaleza “humanitaria” del sistema de justicia cubano”, pero no vinculó la liberación de prisioneros con los anuncios de Biden.
El gobierno cubano calificó el avance como un paso en la “dirección correcta”, pero acusó a Estados Unidos de continuar la “guerra económica” contra la isla, advirtiendo que las medidas podrían revertirse rápidamente y que se mantiene el embargo comercial estadounidense contra Cuba de la era de la Guerra Fría.
Trump, que tomará posesión de su cargo el 20 de enero, podría intentar reactivar las sanciones revocadas por Biden una vez en el poder. Su equipo de transición y la oficina de Rubio en el Senado no respondieron inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Un funcionario dijo que los equipos de Biden y Trump habían “estado en comunicación” sobre el tema.
En una breve carta al Congreso, Biden dijo que las acciones anunciadas el martes eran “necesarias para los intereses nacionales de Estados Unidos y acelerarán una transición a la democracia en Cuba”.
LIBERACIÓN DE PRISIONEROS
Cuba ha estado discutiendo la posibilidad de una amnistía de presos con funcionarios del Vaticano desde al menos 2023.
El Vaticano ha demostrado ser la pieza clave en anteriores negociaciones para liberar a presos de las cárceles de la isla. También ayudó a mediar en la histórica reanudación de los lazos entre Cuba y Estados Unidos en 2015 bajo el mandato del expresidente Barack Obama.
“Hay un amplio apoyo bipartidista de ambos partidos y ciertamente de ambas administraciones para que la gente en Cuba no sea detenida injustamente”, dijo el martes un alto funcionario de Biden.
Cuba sostiene que los encarcelados tras las protestas de 2021 habían cometido delitos que van desde el vandalismo a la sedición.
A corto plazo, se esperaba que las nuevas medidas de Biden dieran a La Habana más espacio para maniobrar mientras lucha contra la agobiante crisis económica.
La escasez de alimentos, combustible, medicinas y electricidad en Cuba ha provocado un éxodo sin precedentes de la isla. Al menos un millón de cubanos han salido por tierra y mar desde 2020, muchos hacia Estados Unidos, donde contribuyen a la crisis en la frontera estadounidense.
Trump incluyó a Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo de Estados Unidos en 2021 en las últimas horas de su primer mandato, diciendo que La Habana había proporcionado repetidamente “apoyo a actos de terrorismo internacional” al albergar a fugitivos estadounidenses y líderes rebeldes colombianos.
Cuba negó las acusaciones, calificó la designación de farsa y solicitó su exclusión de la lista, que conlleva la prohibición de la ayuda económica estadounidense y la prohibición de las exportaciones de armas de Estados Unidos.
Los funcionarios de Biden dijeron que una reciente revisión de la inclusión de Cuba en la lista había constituido la base de su decisión.
“En nuestra revisión, lo que encontramos es que no hay evidencia creíble en este momento de apoyo continuo de Cuba al terrorismo internacional”, dijo uno de los funcionarios estadounidenses.
(Reporte adicional de Doina ChiacuEditado en español por Javier López de Lérida y Juana Casas)