VARSOVIA, 16 ene (Reuters) – Las empresas de la Unión Europea podrían ser más competitivas frente a sus competidores estadounidenses y chinos si pagaran menos por la energía, un objetivo que los países podrían alcanzar cooperando para invertir e integrar el fragmentado mercado energético de la UE, según el FMI.
Impulsar la competitividad económica de Europa es una prioridad para el bloque de 27 países, que lucha contra China y Estados Unidos en la carrera por nuevas tecnologías respetuosas con el clima.
El reto se ha hecho mucho más difícil tras el colapso de las importaciones baratas de gas por gasoducto desde Rusia a raíz de la invasión de Ucrania por Moscú en 2022, lo que hace que las empresas de la UE paguen el doble que sus competidores estadounidenses por la electricidad.
Según el FMI, la desventaja competitiva de Europa es especialmente visible en las industrias que hacen un uso intensivo de la energía, como la química, la siderurgia y la producción de aluminio.
En un documento preparado para las conversaciones de los ministros de Finanzas de la UE del lunes, el Fondo Monetario Internacional afirma que la integración del mercado energético de la UE no sólo reduciría los precios, sino que también mejoraría la seguridad energética de la UE y ayudaría a reducir las emisiones de CO2.
Los precios de la electricidad también varían dentro de los 27 países de la UE, lo que fragmenta el mercado comunitario. Según el FMI, la fragmentación podría solucionarse si los países comercializaran más electricidad a través de las fronteras y aumentaran la capacidad de esas redes transfronterizas.
Pero señaló que tanto los países importadores como los exportadores de electricidad podrían ser reacios a un mayor comercio transfronterizo, ya que los países que producen electricidad a bajo coste y pueden exportarla suelen resistirse a la integración en la red por miedo a que suban los precios internos.
“A la inversa, los países con costes elevados pueden ser reacios a abrir sus mercados a importaciones de electricidad más baratas, que podrían perjudicar a los productores locales”.
Según el documento, si los 27 países de la UE integraran sus mercados energéticos, podrían ahorrar unos 40.000 millones de euros (41.160 millones de dólares) al año como bloque y atraer inversores.
Sin embargo, en la actualidad la política energética sigue dependiendo de las decisiones de los gobiernos nacionales, en lugar de una política conjunta de la UE, lo que aumenta el riesgo de que se adopten enfoques descoordinados y más caros, según el documento.
(1 dólar = 0,9717 euros)
(Información de Jan Strupczewski; edición de Diane Craft; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)