HELSINKI, 16 ene (Reuters) – El petrolero Eagle S, incautado por las autoridades finlandesas bajo sospecha de romper cables submarinos, no se enfrentará a una investigación penal separada sobre si su cargamento de combustible viola las sanciones impuestas a Rusia, según informó el jueves la Oficina de Aduanas.
La policía se incautó el mes pasado del petrolero, propiedad de Emiratos Árabes Unidos, bajo sospecha de haber dañado una línea eléctrica finlandesa-estonia y cuatro cables de telecomunicaciones.
La Oficina de Aduanas cree que el Eagle S forma parte de una flota clandestina de petroleros utilizados para eludir las sanciones impuestas al petróleo ruso y se incautó de su cargamento de gasolina sin plomo y gasóleo.
“La carga del buque permanecerá retenida por las aduanas finlandesas por el momento”, declaró en un comunicado.
La policía ha declarado que nueve miembros de la tripulación son sospechosos en una investigación criminal sobre un posible sabotaje de los cables submarinos.
La carga del barco está sujeta a las sanciones impuestas a Rusia por la Unión Europea y, por tanto, prohibida su importación en Finlandia. No obstante, como el buque entró en aguas territoriales finlandesas a petición de las autoridades locales, no se puede considerar que la tripulación haya violado intencionadamente esas sanciones, dijo la Oficina de Aduanas.
Un abogado que representa al propietario del buque, Caravella LLC FZ, con sede en EAU, dijo que los supuestos daños causados por el buque al equipo submarino se produjeron fuera de las aguas territoriales de Finlandia y que, por tanto, Helsinki carece de jurisdicción para intervenir.
Los países del Báltico están en alerta máxima tras una serie de cortes de cables eléctricos, enlaces de telecomunicaciones y gasoductos desde que Rusia invadió Ucrania en 2022. En respuesta, la alianza militar de la OTAN tiene previsto reforzar su presencia en la región.
(Reporte de Anne Kauranen; editado en español por Carlos Serrano)