Por Luis Jaime Acosta
BOGOTÁ, 17 ene (Reuters) – El presidente de Colombia, Gustavo Petro, suspendió el viernes el diálogo de paz con la guerrilla izquierdista del Ejército de Liberación Nacional (ELN) después de que ese grupo asesinó a por lo menos cinco rebeldes desmovilizados de las FARC en el noreste del país y provocó un desplazamiento de civiles.
Los crímenes se registraron el jueves en los municipios de El Tarra, Convención y Teorama, en el departamento de Norte de Santander, en donde también se reportaron ataques del ELN contra una facción de las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Estado Mayor Central, que mantiene un diálogo de paz con el Gobierno.
“Lo que ha cometido el ELN en el Catatumbo son crímenes de guerra. Se suspende el proceso de dialogo con este grupo, el ELN no tiene ninguna voluntad de paz”, escribió Petro en su cuenta de X.
La ofensiva del ELN en Norte de Santander, cerca de la frontera con Venezuela, provocó el desplazamiento de civiles y la condena de las Naciones Unidas que pidió a los grupos armados suspender las acciones violentas y al Gobierno proteger a la población civil.
Las víctimas fueron antiguos guerrilleros de las FARC que se acogieron al proceso de paz del 2016 y avanzaban en un proceso de reintegración a la sociedad.
La decisión de Petro pone fin a su principal apuesta por la paz y su mayor esfuerzo para terminar un conflicto interno de seis décadas que ha dejado más de 450.000 muertos, lo que provocará una intensificación de las hostilidades, según analistas.
Petro restableció la negociación con el ELN a finales del 2022 como parte de sus esfuerzos por alcanzar una paz total y acabar un violento conflicto que involucra facciones de las FARC por fuera de un acuerdo de paz del 2016 y a bandas criminales vinculadas con el narcotráfico.
El proceso enfrentaba una crisis desde hace meses por la decisión del Gobierno de iniciar un diálogo de paz con un frente armado que tiene presencia en el suroeste del país y que se separó del ELN.
El ELN, considerado como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, cuenta con más de 6.000 integrantes, incluidos más de 3.200 combatientes, según fuentes de seguridad que afirman que el grupo se fortaleció militarmente y aumentó su control territorial en medio del diálogo de paz con Petro.
Las negociaciones de anteriores gobiernos con el ELN, acusado de financiarse del secuestro, la extorsión, el narcotráfico y la minería ilegal, no avanzaron por sus posiciones radicales, una cadena de mando difusa y disensos entre sus filas.
El actual Gobierno realizó varios ciclos de conversaciones de paz con el ELN con el apoyo de México, Noruega, Venezuela, Cuba, Brasil y Chile, que participaban como países garantes, pero sin alcanzar resultados concretos.
De inmediato no se produjo ninguna reacción del grupo guerrillero a la decisión del mandatario.
(Reporte de Luis Jaime Acosta)