Por Ali Sawafta
RAMALÁ, Cisjordania, 20 ene (Reuters) – El preso palestino que más tiempo lleva en una cárcel israelí, venerado por los militantes como el “decano” de sus prisioneros, es uno de los más de 200 palestinos que van a ser deportados en virtud del alto el fuego en Gaza y el canje de rehenes por prisioneros.
Nael Barghouti, de 67 años, ha pasado 44 años detenido por Israel, más que ningún otro palestino. Encarcelado en 1978 por matar a un conductor de autobús israelí, fue liberado en 2011 en un canje anterior, pero volvió a ser detenido tres años después y ha estado retenido desde entonces.
Israel ha dicho que los palestinos condenados por matar a israelíes deben ser deportados permanentemente si son liberados en virtud del acuerdo de alto el fuego de Gaza, y no se les permitirá regresar a sus hogares en Cisjordania.
Barghouti es uno de los 217 presos que figuran en una lista del Ministerio de Justicia israelí, citada por la asociación de presos palestinos, de los que deben ser enviados al extranjero. Barghouti comparte apellido palestino con el líder político encarcelado Marwan Barghouti, un pariente lejano.
Su esposa, Eman Nafe, quien pasó 10 años en una cárcel israelí acusada de planear un atentado suicida, dijo que creía que podría rechazar la excarcelación si eso significaba ser enviado al extranjero: “Estoy segura de que lo rechazará”, declaró a Reuters.
Hay 10.400 palestinos en cárceles israelíes, sin incluir a los detenidos en Gaza durante los últimos 15 meses de guerra, según la Comisión Palestina de Asuntos de los Detenidos y la Sociedad Palestina de Prisioneros.
Según el acuerdo de alto el fuego, Hamás debe liberar a 33 rehenes en la primera fase de seis semanas de la tregua, entre ellos mujeres, niños, hombres mayores de 50 años y cautivos enfermos y heridos.
A cambio, Israel liberará a 1.167 personas detenidas en Gaza durante la guerra y a otros 737 prisioneros de Cisjordania, Jerusalén o Gaza.
Los tres primeros rehenes israelíes fueron liberados el domingo a cambio de 90 detenidos palestinos, aunque ninguno de los presos palestinos más sensibles estaba en ese grupo inicial.
(Redacción: Tom Perry; Edición de Peter Graff)