Por Timothy Gardner, Valerie Volcovici y Andrea Shalal
WASHINGTON, 20 ene (Reuters) -El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó el lunes un plan radical para maximizar la producción de petróleo y gas, que incluye declarar una emergencia energética nacional, eliminar el exceso de regulación y retirar a Estados Unidos de un pacto internacional para luchar contra el cambio climático.
Estas medidas suponen un giro radical en la política energética de Washington, después de que el anterior presidente, Joe Biden, intentara durante cuatro años fomentar una transición hacia el abandono de los combustibles fósiles en la mayor economía del mundo y establecer a Estados Unidos como líder en la lucha contra el calentamiento global.
No obstante, aún está por ver si las medidas tendrán algún impacto en la producción, que ya está en niveles récord mientras los perforadores persiguen los altos precios a raíz de las sanciones a Rusia tras su invasión de Ucrania en 2022.
“Estados Unidos volverá a ser una nación manufacturera y tenemos algo que ninguna otra nación manufacturera tendrá jamás: la mayor cantidad de petróleo y gas de cualquier país de la Tierra”, dijo Trump durante su discurso de investidura. “Y vamos a utilizarlo”.
Más tarde firmó un decreto para retirar a Estados Unidos del acuerdo climático de París de 2015, un pacto internacional para luchar contra el calentamiento global. Se da la circunstancia de que ya sacó al país del pacto durante su primer mandato.
“Me retiro inmediatamente del injusto y unilateral timo del acuerdo climático de París”, dijo. “Estados Unidos no saboteará nuestras propias industrias mientras China contamina impunemente”.
También firmó órdenes destinadas a promover el desarrollo del petróleo y el gas en Alaska, revirtiendo los esfuerzos de Biden para proteger vastas tierras y aguas del Ártico de la perforación.
El nuevo mandatario indicó que espera que las órdenes ayuden a reducir los precios al consumidor y mejoren la seguridad nacional de Estados Unidos.
“Bajaremos los precios, llenaremos de nuevo nuestras reservas estratégicas, hasta arriba, y exportaremos energía estadounidense a todo el mundo”, señaló.
Los grupos ecologistas ya han dicho que tienen la intención de impugnar los decretos en los tribunales.
Trump también ha dicho que pretende poner fin al Nuevo Pacto Verde -una referencia a los amplios esfuerzos demócratas por el clima- y revocar lo que denominó mandatos de Biden sobre vehículos eléctricos.
Añadió que pretende poner fin al desarrollo de nueva energía eólica, que fue una piedra angular de los esfuerzos de la administración Biden para descarbonizar el sector energético.
“No vamos a hacer lo de la energía eólica”, comentó. “Molinos grandes y feos. Arruinan tu barrio”.
El gobierno de Biden trató de fomentar el uso de vehículos eléctricos ofreciendo una subvención a los consumidores para su compra e imponiendo a los fabricantes de autos normas más estrictas sobre las emisiones.
También trató de fomentar las tecnologías de energía limpia utilizando subsidios de los contribuyentes que han atraído miles de millones de dólares en inversiones de fabricación.
El Comité Nacional Demócrata calificó la agenda del primer día de Trump de “desastre para las familias trabajadoras”.
“Matar empleos manufactureros y dar un pase libre a los contaminadores que enferman a la gente difícilmente es poner a ‘Estados Unidos primero'”, dijo Alex Floyd, portavoz del CND.
declarará una emergencia energética nacional destinada a impulsar la producción de petróleo y gas del país y reducir los costos para los consumidores.
La declaración de emergencia es una de las muchas medidas que se espera que Trump tome el lunes para reforzar las industrias estadounidenses del petróleo y el gas, y frenar los esfuerzos del expresidente Joe Biden para acelerar la industria del vehículo eléctrico.
“Estados Unidos volverá a ser una nación manufacturera, y tenemos algo que ninguna otra nación manufacturera tendrá jamás, la mayor cantidad de petróleo y gas de cualquier país de la Tierra, y vamos a usarlo”, dijo Trump en su discurso de investidura en el Capitolio estadounidense.
“Vamos a perforar, a perforar, nene”, agregó.
Biden llegó a la Casa Blanca prometiendo destetar a Estados Unidos de los combustibles fósiles, pero la producción estadounidense de petróleo y gas alcanzó niveles récord bajo su mandato, ya que los perforadores aprovecharon los altos precios a raíz de las sanciones a Rusia tras su invasión de Ucrania.
La demanda de energía de los centros de datos de Estados Unidos podría casi triplicarse en los próximos tres años y consumir hasta el 12% de la electricidad del país por la demanda de inteligencia artificial y otras tecnologías, según el Departamento de Energía.
“El tema común es realmente liberar energía estadounidense asequible y confiable”, dijo un funcionario. “Debido a que la energía impregna cada parte de nuestra economía, también es clave para restaurar nuestra seguridad nacional y ejercer el dominio energético estadounidense en todo el mundo”.
La primera administración Trump había considerado usar poderes de emergencia bajo la Ley Federal de Energía para intentar llevar a cabo una promesa de rescatar a la industria del carbón, pero nunca lo hizo.
Trump también dijo que Estados Unidos “volverá a llenar las reservas estratégicas hasta arriba” y exportará energía a todo el mundo.
Biden vendió una cantidad récord de crudo de la Reserva Estratégica de Petróleo de Estados Unidos, más de 180 millones de barriles, lo que ayudó a mantener bajo control los precios de la gasolina tras la invasión rusa de Ucrania.
El funcionario agregó que Trump también revertirá los esfuerzos de la administración saliente de Joe Biden para fomentar el desarrollo de vehículos eléctricos y establecer requisitos para la eficiencia energética de los electrodomésticos comunes, dijo el funcionario.
Sobre la iniciativa de Alaska, el funcionario dijo que Trump tomará “medidas decisivas para liberar el potencial de recursos naturales de Alaska”, citando una abundancia de recursos como petróleo y gas, mariscos, madera y minerales críticos.
(Reporte de Andrea Shalal, David Lawder, Jarrett Renshaw, Timothy Gardner, Valerie Volcovici y Dan Burns; editado en español por Carlos Serrano)