Trump dice en Davos que exigirá bajar las tasas de interés y el precio del petróleo

Por Echo Wang, Lananh Nguyen y Marwa Rashad

DAVOS, Suiza, 23 ene (Reuters) -El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, exigió a la OPEP que baje los precios del petróleo y al mundo que bajen las tasas de interés, en un discurso ante políticos y empresarios, a quienes advirtió de que se enfrentarán a aranceles si fabrican sus productos en cualquier lugar que no sea Estados Unidos.

“Exigiré que las tasas de interés bajen inmediatamente. Y del mismo modo, deberían bajar en todo el mundo”, dijo el jueves Trump a través de vídeo en el Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza. “También voy a pedir a Arabia Saudí y a la OPEP que bajen el costo del petróleo”.

Las declaraciones, las primeras de Trump ante líderes mundiales en sus cuatro días de presidencia, refuerzan el mensaje de que su segundo mandato rehuirá las normas del libre mercado dentro y fuera de Estados Unidos.

A pesar de los enérgicos comentarios sobre los aranceles que quiere poner en marcha, no dio detalles concretos en un momento en que los mercados están en vilo por sus planes.

Los precios del petróleo bajaron mientras Trump hablaba, el euro caía y el dólar oscilaba entre ganancias y pérdidas frente a una cesta de divisas extranjeras. El índice S&P 500, referencia de la renta variable estadounidense, alcanzó un máximo histórico.

Trump habló ante unos 3.000 asistentes a Davos, que vitorearon cuando el rostro de Trump apareció en la gran pantalla.

El presidente, un hombre de negocios cuyo primer cargo electo fue la Casa Blanca, enumeró los rápidos cambios que había realizado desde su toma de posesión el lunes y que han puesto patas arriba las políticas del Gobierno estadounidense sobre diversidad, cambio climático e inmigración.

En una conversación posterior con los asistentes a la conferencia, entre los que se encontraban Brian Moynihan, presidente ejecutivo de Bank of America, y Stephen Schwarzman, presidente ejecutivo de Blackstone Group, las declaraciones del presidente estadounidense oscilaron entre los elogios y las críticas.

En un momento dado, Trump reprendió a Moynihan y a JPMorgan Chase por no prestar servicios bancarios a los conservadores, sin ofrecer pruebas ni detalles concretos de ninguna irregularidad. Los bancos se apresuraron a emitir declaraciones diciendo que eso era falso.

Moynihan hizo caso omiso de la acusación y, en su lugar, felicitó a Trump por la organización en Estados Unidos de la Copa Mundial de la FIFA 2026.

El discurso de Trump fue un momento inusual, que brindó a un puñado de ejecutivos empresariales la oportunidad de preguntar públicamente al presidente estadounidense sobre cuestiones que afectan a sus negocios o, en algunos casos, a sus inversiones, proyectos e intereses específicos.

Algunas de sus críticas más duras se reservaron para los aliados tradicionales de Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea, a los que volvió a amenazar con nuevos aranceles, al tiempo que les reprochó que tengan superávits comerciales con Estados Unidos.

“Una cosa que vamos a exigir es respeto de otros países. De Canadá. Tenemos un déficit tremendo con Canadá. No lo vamos a seguir teniendo”, afirmó.

Trump prometió reducir la inflación con una mezcla de aranceles, desregulación y recortes de impuestos, junto con su mano dura contra la inmigración ilegal y su compromiso de convertir a Estados Unidos en un centro de inteligencia artificial, criptodivisas y combustibles fósiles.

“Estados Unidos tiene la mayor cantidad de petróleo y gas de cualquier país de la Tierra, y vamos a usarlo”, dijo Trump. “Esto no solo reducirá el costo de prácticamente todos los bienes y servicios, sino que convertirá a Estados Unidos en una superpotencia manufacturera”.

(Contribución y redacción de Andy Sullivan y Trevor Hunnicutt; edición en español de Javier López de Lérida)

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