Por Walter Bianchi
BUENOS AIRES, 24 ene (Reuters) -La inesperada baja en las retenciones agrícolas anunciadas por Argentina podría disparar las exportaciones del sector para aprovechar márgenes de ganancia sin golpear las cuentas públicas, coinciden analistas.
El Gobierno del libertario Javier Milei anunció el jueves una baja temporal a los impuestos de embarques de granos para aliviar la situación de uno de los principales motores de la economía del país austral y actualmente principal fuente de ingreso de divisas.
“Hay un plazo estipulado (hasta el 30 de junio) que hace de “cuello de botella” para que se venda antes de ello, y consecuentemente el ritmo de liquidaciones acelere”, dijo el analista agropecuario Salvador Vitelli.
“Quedan 17,6 millones de toneladas de soja 23/24 por vender y fijar precio”, señaló y estimó que “en base a las estimaciones del Gobierno no veo un riesgo inminente en sus cuentas, con la actividad recuperando”.
Especialistas estiman que la baja en las retenciones al agro podria tener un impacto fiscal negativo en trono al 0,18% en el PIB del país, en momentos en que se estima un crecimiento del producto del 5% para este 2025.
“Estimamos que el costo fiscal rondará el 0,1% del PIB (unos 800 millones de dólares)”, dijo Max Capital.
Las principales asociaciones agropecuarias aguardaban una medida para el sector agroexportador debido a la situación crítica que atraviesan por una sequía y bajos precios internacionales de granos.
“La baja de retenciones es una forma de mejorar el tipo de cambio del agroexportador. Los tipos de cambio implícitos mejoran entre 3% y 10% según el producto”, dijo el agente de liquidación y compensación Aurum.
Desde CRA (Confederaciones Rurales Argentinas) comentaron que “cada decisión de venta depende del productor” y que estimaban que el Gobierno podría no volver a aumentar las retenciones el 30 de junio.
En un comunicado conjunto las entidades agropecuarias del país dijeron que “la eliminación de este impuesto no debe sólo ser una medida transitoria, sino un cambio estructural que garantice las condiciones para fomentar la inversión y el desarrollo genuino”.
Argentina, que necesita dólares para sostener su golpeada economía, mantiene negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para avanzar en un nuevo programa crediticio que podría darle acceso a fondos frescos.
“El sector agrícola claramente enfrenta un momento difícil debido a una combinación de condiciones cada vez más secas para los cultivos y costos crecientes de los insumos que presionan los márgenes”, dijo Adcap.
“El momento de esta decisión, que coincide con las negociaciones con el FMI, plantea interrogantes sobre si el gobierno está considerando la eliminación del ‘dólar Blend’ (tipo de cambio especial para exportaciones”, agregó.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCdeB) rebajó levemente sus pronósticos para la producción argentina de soja y maíz debido a la escasez de lluvias y las altas temperaturas.
La estimaciones de cosecha de soja 2024/25 se ubican en 49,6 millones de toneladas y las de maíz en 49 millones para el mismo período.
(Reporte de Walter Bianchi, con la colaboración de Hernán Nessi;Editado por Hernán Nessi)