JERUSALÉN, 24 ene (Reuters) -Las fuerzas israelíes permanecerán en el sur del Líbano después de la fecha límite del domingo estipulada en el acuerdo de alto el fuego con Hezbolá, porque los términos del pacto no se han aplicado en su totalidad, dijo el viernes la oficina del primer ministro israelí.
Según el acuerdo, que entró en vigor el 27 de noviembre, las armas y los combatientes de Hezbolá deben retirarse de las zonas situadas al sur del río Litani y los soldados israelíes deben retirarse a medida que el ejército libanés se despliega en la región, todo ello en un plazo de 60 días que debía concluir el domingo a las 4 de la madrugada (0200 GMT).
El acuerdo, mediado por Estados Unidos y Francia, puso fin a más de un año de hostilidades entre Israel y Hezbolá, apoyado por Irán. Los combates alcanzaron su punto álgido con una gran ofensiva israelí que debilitó gravemente a Hezbolá y desplazó a más de 1,2 millones de personas en Líbano.
La oficina de Netanyahu afirmó en un comunicado que el proceso de retirada del ejército israelí estaba “supeditado a que el ejército libanés se despliegue en el sur de Líbano y aplique plena y eficazmente el acuerdo, mientras Hezbolá se retira más allá del Litani”.
“Dado que el acuerdo de alto el fuego aún no ha sido aplicado plenamente por el Estado libanés, el proceso de retirada gradual continuará, en plena coordinación con Estados Unidos”, decía el comunicado.
No hubo comentarios inmediatos de Líbano, ni de Hezbolá.
La Casa Blanca no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Hezbolá afirmó el jueves que cualquier retraso de la retirada israelí sería una violación inaceptable del acuerdo, con la que el Estado libanés tendría que lidiar “a través de todos los medios y métodos garantizados por las cartas internacionales”.
Israel afirmó que su campaña contra Hezbolá pretendía garantizar el regreso a casa de decenas de miles de personas obligadas a abandonar sus hogares en el norte de Israel por el lanzamiento de cohetes de Hezbolá.
Durante el conflicto asestó importantes golpes a Hezbolá, matando a su líder, Hasán Nasralá, y a miles de combatientes del grupo, y destruyendo gran parte de su arsenal.
Hezbolá se debilitó aún más en diciembre, cuando su aliado sirio Bashar al-Asad fue derrocado, cortando su ruta terrestre de suministro desde Irán.
(Información de Jana Choukeir en Dubái, James Mackenzie en Jerusalén y Trevor Hunnicutt en Washington; redacción de Tom Perry; edición de Ros Russell y Timothy Heritage; edición en español de Mireia Merino)