Por Andrea Shalal y Matt Spetalnick
WASHINGTON, 23 ene (Reuters) -Las agencias estadounidenses siguieron adelante el jueves con los decretos del presidente Donald Trump para remodelar la burocracia federal, desechando programas de diversidad, rescindiendo ofertas de trabajo y dejando de lado a más de 150 funcionarios de seguridad nacional y política exterior.
El líder republicano no ha ocultado su desdén por los 2,2 millones de empleados federales y, en particular, por los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), que promueven oportunidades para las mujeres, las minorías étnicas, las personas LGBTQ+ y otros grupos tradicionalmente subrepresentados.
En un discurso pronunciado por video el jueves en la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos (Suiza), Trump dijo que sus órdenes de poner fin a los programas de DEI harán que Estados Unidos vuelva a ser un “país basado en el mérito”.
“Son políticas que eran un absoluto disparate, en todo el Gobierno y en el sector privado”, afirmó.
La Reserva Federal eliminó la sección “Diversidad e inclusión” de su sitio web y los enlaces anteriores a los datos sobre la composición racial, étnica y de género de sus economistas e investigadores ahora aparecen por defecto en la página de inicio.
La CIA suprimió su oficina de diversidad e inclusión junto con todos los programas relacionados, según informó un portavoz en un comunicado.
Stephanie La Rue, una alta funcionaria gubernamental que supervisaba las políticas de diversidad de las 18 agencias de inteligencia estadounidenses, también pareció haber sido enviada a casa y se eliminaron las referencias a ella de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional. Un portavoz de esa oficina declinó hacer comentarios.
El Departamento de Agricultura eliminó toda la información de su sitio web sobre los esfuerzos para promover la diversidad racial y de género, incluidas las recomendaciones de su comisión de equidad formada durante el gobierno de su predecesor, Joe Biden, sobre cómo mejorar su relación con agricultores de las minorías, distribuir de manera más justa los préstamos agrícolas y otros esfuerzos.
El senador demócrata Raphael Warnock preguntó a la candidata a secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, en su audiencia de confirmación del jueves si seguiría teniendo en cuenta las recomendaciones.
Rollins dijo que consideraría “cualquier cosa sobre la mesa”, pero agregó que “el presidente Trump ganó en el concepto de eliminar la diversidad, equidad e inclusión, asegurándose de que estamos basando nuestras decisiones en el mérito y, obviamente, también apoyo eso al 100%”.
El Departamento de Educación dijo que ya no pondrá a disposición del público materiales de capacitación y otros documentos relacionados con la diversidad y que pasará a “priorizar el aprendizaje significativo por encima de la ideología divisiva en nuestras escuelas”.
El departamento no desempeña un papel directo en la educación, que es en gran medida competencia de los gobiernos locales, pero es responsable de hacer cumplir las leyes de derechos civiles en los colegios del país.
Los defensores de los derechos civiles dicen que los programas de DEI son necesarios para superar la desigualdad derivada de la historia de racismo de Estados Unidos, pero Trump y sus partidarios dicen que los esfuerzos terminan discriminando injustamente a otros estadounidenses.
CAMPAÑA AMPLIA
En un memorando distribuido el miércoles a miles de trabajadores federales de todo el gobierno, se ordenó a los empleados que denuncien a los compañeros de trabajo que traten de “disfrazar” los esfuerzos de la DEI mediante el uso de “lenguaje codificado”, advirtiéndoles de que si no aportan la información pertinente habrá “consecuencias adversas”.
Los funcionarios que supervisan los programas de DEI en numerosas agencias y departamentos fueron puestos en licencia el miércoles, y sus oficinas fueron fijadas para el cierre permanente a finales de mes.
Las medidas contra la diversidad fueron parte de una campaña más amplia de Trump dirigida a la burocracia federal, a la que a veces ha menospreciado como el “estado profundo” que trabaja secretamente contra su agenda.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos cancelaron el miércoles una llamada con veterinarios estatales en la que normalmente discutirían la gripe aviar H5N1, dijeron las fuentes. Fue una de las varias agencias sanitarias que cancelaron reuniones, suspendieron algunas publicaciones y pidieron a sus empleados que congelen los viajes tras las nuevas directivas.
Alrededor de 160 miembros del personal del Consejo de Seguridad Nacional (CSN), que se nutre del Departamento de Estado, el Pentágono y otras partes del Gobierno, fueron informados durante una breve llamada el miércoles de que debían entregar sus dispositivos y placas e irse a su casa, dijeron a Reuters tres exfuncionarios del CSN.
El portavoz del CSN, Brian Hughes, dijo que el asesor de Seguridad Nacional de Trump, Mike Waltz, autorizó una revisión completa del personal.
Trump ha congelado prácticamente todas las contrataciones federales y firmó un decreto en su primer día en el cargo el lunes que permite a su administración despedir a voluntad a decenas de miles de funcionarios de carrera, que históricamente han disfrutado de protecciones laborales que los aíslan del partidismo político.
La orden permitiría a Trump cubrir esos puestos con leales elegidos a dedo. El Sindicato Nacional de Empleados del Tesoro, que representa a unos 150.000 trabajadores en tres docenas de agencias, presentó una demanda impugnando la medida.
“Este alegre odio a la fuerza de trabajo federal no conducirá a nada bueno”, dijo a la prensa el senador demócrata Tim Kaine, que representa a 140.000 trabajadores federales en Virginia.
(Reporte adicional de Jonathan Landay, Jody Godoy, Bo Erickson, Leah Douglas, Humeyra Pamuk, Daniel Trotta, Bianca Flowers, Heather Timmons y David Ljunggren; escrito por Joseph Ax y Andy Sullivan; editado en español por Juana Casas y Carlos Serrano)