BOGOTÁ, 25 ene (Reuters) – El Ejército de Colombia reportó el sábado la deserción de 104 combatientes de una facción de las FARC, incluidos 20 menores de edad, en medio de una violenta ofensiva de la guerrilla rival del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el noreste del país sudamericano que ha dejado 80 muertos y unos 40.000 desplazados.
La ofensiva del ELN contra la facción de las FARC que mantiene una negociación de paz con el Gobierno comenzó hace más de una semana en la región del Catatumbo, en el departamento de Norte de Santander, en la frontera con Venezuela, una zona con cultivos de hoja de coca considerada estratégica para el narcotráfico.
La escalada de violencia provocó la decisión del presidente de Colombia, Gustavo Petro, de suspender el diálogo de paz con el ELN, la principal apuesta de mandatario para terminar un conflicto interno de seis décadas que ha dejado más de 450.000 muertos.
El comandante del Ejército, general Luis Emilio Cardozo, dijo en una conferencia de prensa que además de las deserciones se confiscaron municiones y 89 armas entre fusiles y ametralladoras, por lo que la facción de las FARC perderá capacidad para el “control que tiene sobre corredores de movilidad, rutas de narcotráfico y economías ilícitas”.
Por su parte, Leopoldo Durán, representante de la facción de las FARC que soporta la ofensiva en el Catatumbo, declaró a periodistas en Bogotá que enfrentan lo que denominó una “operación de exterminio” por parte del ELN, pero anunció que no atacarán a la población civil y continuarán en el diálogo de paz.
“Nosotros no vamos a atacar a la población civil”, aseguró Durán al denunciar que el ELN ordenó asesinatos de guerrilleros de las FARC desmovilizados con el acuerdo de paz de paz del 2016, a familiares de combatientes y a líderes sociales.
(Reporte de Luis Jaime Acosta; editado por Adriana Barrera)
