CIUDAD DE MÉXICO, 27 ene (Reuters) -La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, sugirió el lunes que los países centroamericanos podrían acordar con Estados Unidos recibir a migrantes retornados de otras nacionalidades, como hace México, mientras el gobierno guatemalteco abrió la puerta también a la posibilidad de estudiar la medida.
La mandataria explicó el lunes que del 20 al 26 de enero llegaron a México 4,094 personas enviadas desde el país vecino del norte, la mayoría mexicanas pero algunas de otros países, pero afirmó que hasta ahora no ha habido un aumento “sustantivo” de casos desde que Trump llegó al poder hace una semana.
“En el caso de (la atención de) personas que no son mexicanas o mexicanos también hay coordinación previa y Estados Unidos está teniendo una comunicación también fluida con otros gobiernos, particularmente de Centroamérica”, dijo sobre el proceso, al ser consultada en su rueda de prensa diaria.
Según Sheinbaum, las constituciones de países como Guatemala establecen que cualquier migrante centroamericano debe ser aceptado en su territorio. “Entonces, ellos establecen en base de su soberanía, su coordinación con Estados Unidos”, añadió.
Durante el primer mandato de Trump (2017-2021), Washington llegó a un acuerdo migratorio con Guatemala para que el país centroamericano albergara a quienes soliciten asilo en Estados Unidos mientras duraba su proceso.
“Yo no descarto nada, precisamente porque la negociación está abierta”, dijo el lunes a periodistas el canciller guatemalteco, Carlos Martínez, al ser consultado sobre esa posibilidad. “Siempre tenemos que recoger las experiencias pasadas”, agregó.
Al día siguiente de la juramentación de Trump, la nueva administración estadounidense restituyó el programa “Quédate en México”, por el que los migrantes solicitantes de asilo son enviados a territorio mexicano para esperar su cita. Sheinbaum respondió después que su gobierno no había aceptado ese paso.
En los últimos años ha sido frecuente que llegaran a diario desde Estados Unidos a México grupos numerosos de migrantes retornados de nacionalidades como la venezolana, cubana, nicaragüense, o de países de Centroamérica.
Sheinbaum dijo que en la última semana habían llegado cuatro vuelos civiles desde la nación vecina y que la recepción de esas personas se efectúa en coordinación con el Gobierno de Trump, aunque no detalló si las personas llegaron para esperar su cita en el marco del “Quédate en México” o simples deportados.
En los primeros días de puesta en marcha de las medidas antiinmigración del republicano, Reuters informó el viernes, citando a fuentes de ambos países, que México rechazó un pedido de Washington de permitir que un avión militar estadounidense que iba a deportar migrantes aterrice en el país.
Aeronaves militares estadounidenses realizaron el viernes dos vuelos similares, cada uno con unos 80 migrantes, a Guatemala, cuyo canciller recordó el lunes que su país ha recibido vuelos de retornados desde hace años y no descarta recibir “muchos” más en adelante.
Por otra parte, Sheinbaum calificó de “bueno” que Colombia y Estados Unidos hayan llegado a un acuerdo, tras las amenazas del gobierno de Trump a la nación sudamericana de imponerle aranceles y sanciones a funcionarios de alto nivel si no aceptaba recibir migrantes deportados.
Petro acudirá personalmente a una cumbre presidencial del órgano de integración latinoamericano Celac sobre las medidas antiinmigración de Trump que se celebrará esta semana en Honduras, una cita a la que Sheinbaum no ha definido si acudirá o se enviará un representante, reveló.
Aunque dijo que no es nadie para dar consejos sobre la relación con Estados Unidos en temas de migración a sus homólogos regionales, al ser consultada por una reportera si podría hacerlo en ese contexto.
“No hago recomendaciones, cada país tiene su esquema de organización, de relación. Creo que lo importante es actuar siempre (…) con la cabeza fría, defendiendo la soberanía de cada país”, señaló en respuesta a una reportera.
(Reporte de Raúl Cortés FernándezEditado por Javier Leira)