ESTAMBUL, 28 ene (Reuters) – Turquía dijo el martes que había matado a 13 militantes kurdos en el norte de Siria y dos en Irak, una señal de que Ankara ha presionado con su campaña contra los combatientes, algunos con posibles vínculos con aliados de Estados Unidos, desde que Donald Trump asumió el cargo en la Casa Blanca la semana pasada.
El Ministerio de Defensa turco dijo que los combatientes kurdos que había “neutralizado” en Siria pertenecían al proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y a las milicias kurdas sirias YPG.
Turquía considera que el PKK y las YPG son idénticos; Estados Unidos los considera grupos separados, ya que ha prohibido al PKK por “terrorista” pero ha reclutado a las YPG como sus principales aliados en Siria en la campaña militar contra Estado Islámico.
Turquía lleva tiempo pidiendo a Washington que retire su apoyo a las YPG, y ha expresado su esperanza de que Trump revise la política heredada del anterior Gobierno del presidente Joe Biden.
El informe del martes de enfrentamientos importantes fue el segundo en cuestión de días: Turquía también informó haber matado a 13 combatientes kurdos el domingo.
Las fuerzas turcas y sus aliados en Siria han luchado repetidamente con combatientes kurdos desde el derrocamiento del presidente sirio Bashar al-Asad el mes pasado.
Turquía ha dicho que las Fuerzas Democráticas Sirias, un grupo paraguas respaldado por Estados Unidos que incluye a las YPG kurdas, deben desarmarse o enfrentarse a una intervención militar.
Bajo el Gobierno de Biden, Estados Unidos ha tenido 2.000 soldados en Siria luchando junto a las FDS y las YPG.
(Información de Tuvan Gumrukcu; edición de Jonathan Spicer; edición en español de Mireia Merino)