Trump abre la puerta a una deportación más rápida de los venezolanos en EEUU

Por Ted Hesson

WASHINGTON, 29 ene (Reuters) -La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, dijo el miércoles que redujo la duración de la protección frente a la deportación para 600.000 venezolanos en el país, mientras el Gobierno de Donald Trump busca formas de aumentar las expulsiones de ciudadanos de la nación sudamericana.

Noem dijo a Fox News que rescindió la medida del Gobierno anterior de conceder a los venezolanos en Estados Unidos 18 meses más de exención de la deportación y acceso a permisos de trabajo a través del programa de Estatus de Protección Temporal (TPS), abriendo la posibilidad de que las protecciones expiren a finales de este año.

Al mismo tiempo, dijo que estaba trabajando con el secretario de Estado Marco Rubio para encontrar formas de deportar a venezolanos y otros migrantes de países que limitan el número de personas que reciben.

A la pregunta por la posibilidad de enviar a los migrantes a la base naval estadounidense de Guantánamo, en Cuba, dijo que el Gobierno lo estaba evaluando.

Guantánamo alberga una instalación para migrantes -separada de la prisión estadounidense de alta seguridad- que se ha usado en ocasiones para alojar a haitianos y cubanos recogidos en el mar.

El presidente republicano Donald Trump asumió el cargo el 20 de enero prometiendo tomar medidas enérgicas contra la inmigración ilegal y los programas humanitarios que, según él, van más allá de la intención de la ley estadounidense.

Trump intentó poner fin a la mayoría de las inscripciones en el TPS durante su primer mandato, pero los tribunales federales se lo impidieron.

El TPS está disponible para personas cuyo país de origen ha sufrido un desastre natural, un conflicto armado u otro acontecimiento extraordinario.

El expresidente demócrata Joe Biden amplió enormemente el programa y ahora cubre a más de un millón de personas de 17 naciones. Muchos de esos inmigrantes -incluidos algunos que llevan décadas en Estados Unidos- podrían ser deportados si pierden el estatus.

El secretario de Seguridad Nacional de Biden, Alejandro Mayorkas, emitió la prórroga para Venezuela poco antes de que Trump asumiera el cargo, aunque las protecciones existentes para los venezolanos no expiraban hasta abril para algunos y hasta septiembre para otros. También extendió el TPS para personas de El Salvador, Ucrania y Sudán.

Noem dijo a Fox News que el Gobierno de Trump no quería estar atado a la decisión de última hora de Mayorkas de extender las protecciones y que querían erradicar a los presuntos miembros de la banda venezolana Tren de Aragua (TdA).

“Vamos a seguir el proceso, evaluar a todos estos individuos que están en nuestro país, incluidos los venezolanos que están aquí y los miembros de TdA”, dijo.

Noem debe decidir antes del sábado si pone fin al TPS para los venezolanos cuya protección expira en abril, según una copia de su notificación de revocación revisada por Reuters.

Noem dijo que Rubio estuvo trabajando hasta altas horas de la noche para encontrar formas de convencer a otros países de que acepten a los inmigrantes deportados.

“Estuve hablando con él por teléfono a la una de la madrugada, y estaba discutiendo negociaciones con otros países”, dijo Noem. “Y el presidente, claramente, ejercerá toda la autoridad y el poder que tiene para hacer que estos países los acepten de vuelta”.

Estados Unidos y Venezuela tienen una tensa historia reciente marcada por la ruptura de relaciones diplomáticas, sanciones y acusaciones de actividades delictivas y golpistas.

Venezuela y Cuba solo han aceptado un número limitado de deportados en los últimos años, a pesar de que cientos de miles de inmigrantes de esos países entraron ilegalmente.

El líder opositor venezolano Edmundo González instó al Gobierno Trump a renunciar a las negociaciones con el presidente Nicolás Maduro y enviar a los deportados a un tercer país en comentarios al Washington Post publicados el miércoles.

El ejército estadounidense dijo el martes que usaría una base en Aurora, Colorado, para detener a los migrantes. La ciudad ocupó un lugar destacado durante la campaña presidencial de Trump el año pasado, cuando dijo que había sido tomada por pandilleros venezolanos, una afirmación que las autoridades de la ciudad refutaron.

Trump prometió en octubre lanzar una “Operación Aurora” en todo el país para perseguir a presuntos miembros de bandas, pero aún no ha dado ese paso.

(Reporte de Ted Hesson en Washington; información adicional de Susan Heavey y Matt Spetalnick en Washington, Mircely Guanipa en Maracay, Venezuela y Tibisay Romero en Valencia, Venezuela. Editado en español por Juana Casas y Ricardo Figueroa)

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