Por David Shepardson y Trevor Hunnicutt
WASHINGTON, 30 ene (Reuters) -Unas 67 personas habrían muerto después de que un avión regional de pasajeros de American Airlines chocó el miércoles con un helicóptero Black Hawk del Ejército estadounidense y cayó al gélido río Potomac, cerca del aeropuerto nacional Reagan de Washington.
El presidente Donald Trump insinuó sin pruebas el jueves, en una rueda de prensa, que los esfuerzos federales de diversidad fueron culpables tras el desastre aéreo más mortífero de Estados Unidos en más de 20 años.
La investigación sobre el accidente en la capital del país acaba de comenzar y aún no estaba claro por qué el Bombardier de American Airlines que transportaba 60 pasajeros y cuatro miembros de la tripulación colisionó con el helicóptero Black Hawk del Ejército cuando se disponía a aterrizar en el Aeropuerto Nacional Reagan de Washington.
“En este momento no creemos que haya sobrevivientes”, dijo el jueves en rueda de prensa el jefe de bomberos del Distrito de Columbia, John Donnelly.
Donnelly agregó que hasta ahora se habían recuperado 28 cadáveres del río, en lo que se perfilaba como la catástrofe aérea estadounidense más letal en más de una década. “Trabajaremos para encontrar todos los cuerpos y reunirlos con sus seres queridos”, dijo.
La colisión en pleno vuelo se produjo cuando el avión de pasajeros se aproximaba a aterrizar en Reagan.
SIN SOBREVIVIENTES
Entre los pasajeros del vuelo había patinadores sobre hielo, familiares y entrenadores que regresaban de pruebas en Wichita, Kansas, entre ellos los excampeones mundiales de origen ruso Yevgenia Shishkova y Vadim Naumov.
“Nos han dicho que no hay sobrevivientes. Estamos de luto con todos los afectados”, dijo en rueda de prensa la alcaldesa de Wichita, Lily Wu.
CBS News informó que un equipo de buceo había recuperado una de las dos grabadoras de datos, las llamadas cajas negras, del avión.
Trump acusó a su predecesor demócrata Joe Biden de rebajar los estándares de contratación y sugirió que el impulso a la diversidad de la Administración Federal de Aviación podría haber debilitado sus capacidades.
Cuando se le preguntó si el accidente había sido causado por la diversidad en la contratación, dijo: “Podría haber sido”. La Administración no ha aportado ninguna prueba que respalde estas afirmaciones.
Trump se ha movido rápidamente para anular las iniciativas federales de diversidad desde que asumió el cargo el 20 de enero, provocando críticas de los defensores de los derechos que temen que esté haciendo retroceder los progresos que Estados Unidos ha hecho para superar su historia de discriminación.
Las declaraciones de Trump contrastaron fuertemente con las de otros funcionarios, que dijeron que no había indicios inmediatos de por qué se produjo el accidente.
Las comunicaciones por radio entre la torre de control del tráfico aéreo y el Black Hawk mostraron que la tripulación del helicóptero sabía que el avión estaba en las inmediaciones.
El Secretario de Transporte de Estados Unidos, Sean Duffy, dijo que tanto el helicóptero como el avión habían seguido pautas de vuelo normales y que no se había interrumpido la comunicación.
“Todo era normal en el período previo al accidente”, dijo. “¿Creo que se podía haber evitado? Por supuesto”.
El espacio aéreo suele estar congestionado en la región de la capital de Estados Unidos, donde se encuentran tres aeropuertos comerciales y varias instalaciones militares importantes, y las autoridades han expresado su preocupación por las concurridas pistas del Aeropuerto Nacional Reagan, justo al otro lado del río desde Washington.
Se han producido varios incidentes que han generado alarma, incluida una casi colisión en mayo de 2024.
El helicóptero era pilotado por una “tripulación bastante experimentada” que llevaba gafas de visión nocturna en un vuelo anual de entrenamiento de aptitud, dijo el secretario de Defensa Pete Hegseth en una declaración en video.
El vuelo 5342 de American Eagle era operado por PSA Airlines, una filial regional de American Airlines con sede en Ohio.
El avión era un CRJ-700, según la aerolínea, de una línea de jets regionales fabricados por la canadiense Bombardier, posteriormente vendida a Mitsubishi. Robert Isom, presidente ejecutivo de American Airlines, dijo que el piloto tenía unos seis años de experiencia de vuelo.
Agregó que la compañía estaba cooperando con la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, que investiga los accidentes.
Las grabaciones del control de tráfico aéreo parecen captar el último intento de comunicación con el helicóptero, de indicativo PAT25, antes de que colisionara con el jet CRJ.
“PAT25, ¿tiene un CRJ a la vista? PAT25, pase por detrás del CRJ”, dice un controlador aéreo a las 20:47 hora local (0147 GMT) del miércoles, según una grabación de liveatc.net.
Segundos después, otro avión llama al control aéreo diciendo: “Torre, ¿ha visto eso?”, aparentemente refiriéndose al accidente. Un controlador aéreo redirige entonces a los aviones que se dirigían a la pista 33 para que den la vuelta.
El video del accidente grabado con una cámara web muestra la colisión y una explosión que ilumina el cielo nocturno.
“Vi una bola de fuego y luego desapareció. No he visto nada desde que cayeron al río”, se oyó decir por radio a un controlador aéreo.
El jefe de bomberos de Washington DC, Donnelly, dijo que las condiciones eran frías y ventosas, por lo que la operación era “extremadamente dura” para los 300 socorristas en el lugar.
El gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, dijo a Reuters que se habían recuperado los cuerpos de la mayoría de los implicados en la colisión. “Todo era rutinario hasta el momento del accidente”, dijo. “Algo salió mal”.
(Reporte de David Shepardson, Trevor Hunnicutt, Jeff Mason, Jamie Freed, Idrees Ali, Phil Stewart, Susan Heavey, Kanishka Singh, Jasper Ward, Rami Ayyub y Andy Sullivan en Washington; Rich McKay en Atlanta; Brad Brooks en Colorado; Joe Brock y Costas Pitas en Los Angeles; Escrito por Andy Sullivan, Brad Brooks y Timothy Heritage; edición en español de María Bayarri Cárdenas, Jorge Ollero Castela, Ricardo Figueroa y Juana Casas)