Por Laila Bassam, Maya Gebeily y Samia Nakhoul
BEIRUT, 31 ene (Reuters) – Washington está presionando a altos cargos libaneses para que no permitan que Hezbolá o sus aliados nombren al próximo ministro de Finanzas del país, según han dicho cinco personas con conocimiento del asunto, en un intento de limitar la influencia sobre el Estado del grupo respaldado por Irán.
La intervención inusualmente directa de Estados Unidos en la política de Líbano parece destinada a aprovechar los cambios en el equilibrio de poder en Líbano y en Oriente Próximo en general, con Hezbolá gravemente golpeado por la guerra del año pasado con Israel y su aliado sirio Bashar al-Asad expulsado del poder.
Como todas las facciones principales de Líbano, el grupo armado Hezbolá lleva mucho tiempo nombrando ministros para el Gobierno, en coordinación con su aliado chií el Movimiento Amal, que ha elegido a todos los ministros de Finanzas de Líbano desde 2014.
Pero las autoridades estadounidenses están deseosos de que esa influencia disminuya a medida que el primer ministro designado de Líbano, Nawaf Salam, forme un nuevo gabinete, dijeron las cinco fuentes, hablando bajo condición de anonimato ya que no estaban autorizadas a hablar con la prensa.
Afirmaron que las autoridades estadounidenses han transmitido mensajes a Salam y al presidente libanés, Joseph Aoun —que contó con el apoyo de Estados Unidos como comandante del ejército y fue elegido presidente a principios de enero—, en el sentido de que Hezbolá no debe ser incluida en el próximo gabinete.
Tres de las fuentes dijeron que el empresario libanés-estadounidense Masad Boulos, nombrado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asesor en asuntos de Oriente Próximo, fue una de las personas que transmitió ese mensaje a Líbano.
Aunque algunos congresistas republicanos estadounidenses han instado públicamente a Trump a mantener a Hezbolá y sus aliados fuera del Gobierno, no se había informado previamente de que Boulos y otros altos cargos estadounidenses estuvieran transmitiendo este mensaje directamente a Líbano.
No hubo respuesta inmediata de la Casa Blanca o del Departamento de Estado a las preguntas de Reuters sobre si Estados Unidos ha opinado sobre el papel de Hezbolá en el gabinete o el papel de Boulos.
Boulos dijo a la cadena de televisión libanesa Al Jadeed TV que esperaba que el Gobierno se formara sin “aquellos que tienen experiencia en el sistema anterior”, con el fin de restablecer la confianza internacional.
Una de las personas familiarizadas con el asunto, cercana a Hezbolá, dijo que había “una importante presión estadounidense sobre Salam y Aoun para cortar las alas a Hezbolá y sus aliados”.
Otras tres personas con conocimiento directo de la cuestión dijeron a Reuters que permitir que Hezbolá o Amal nombren al ministro de Finanzas perjudicaría las posibilidades de Líbano de acceder a fondos extranjeros para ayudar a hacer frente a una enorme factura de reconstrucción tras la guerra del año pasado, en la que los ataques aéreos israelíes arrasaron franjas del país.
Gran parte de los daños se produjeron en zonas de mayoría chií, donde Hezbolá obtiene apoyo. Hezbolá ha pedido apoyo árabe e internacional para reconstruir Líbano, pero fuentes libanesas y regionales dicen que la ayuda internacional depende de los acontecimientos políticos.
Uno de esos hitos fue la elección de Aoun como presidente.
Una fuente cercana a la corte real saudí afirmó que enviados franceses, saudíes y estadounidenses habían comunicado al presidente del Parlamento, Nabih Berri, líder de Amal y estrecho aliado de Hezbolá, que la ayuda financiera internacional, incluida la de Arabia Saudí, dependía de la elección de Aoun.
(Información de Laila Bassam, Samia Nakhoul, Maya Gebeily y Timour Azhari; información adicional de Andrea Shalal y Matt Spetalnick en Washington, D.C.; redacción de Maya Gebeily; edición de Tom Perry, William Maclean; edición en español de Mireia Merino)