Por Jan Strupczewski
BRUSELAS, 31 ene (Reuters) – Diecinueve países de la Unión Europea, entre ellos Francia y Alemania, piden al Banco Europeo de Inversiones (BEI) que impulse préstamos para la industria de defensa, en un momento en que los Veintisiete buscan formas de mejorar su ejército frente a un posible ataque ruso en el futuro.
El llamamiento, recogido en una carta conjunta, se produce antes de las conversaciones que los líderes de la UE mantendrán el lunes sobre el futuro del sector de la defensa de la UE, con la invasión rusa de Ucrania como telón de fondo y las exigencias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que los miembros de la OTAN aumenten el gasto en defensa.
El BEI, propiedad de los países de la UE, no puede financiar la producción de municiones, armas o equipos militares. Para eliminar la prohibición, una mayoría de países tiene que estar de acuerdo y algunos han expresado recelos.
El banco puede realizar préstamos, y de hecho lo hace, para productos de doble uso con aplicaciones civiles y militares, como satélites, drones o sistemas de radar.
Finlandia, Alemania, Bélgica, Croacia, Chipre, Dinamarca, Eslovaquia, España, Estonia, Francia, Grecia, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, República Checa, Rumanía y Suecia dijeron en una carta al presidente del Consejo Europeo y al jefe del banco que el BEI debería revisar su lista de actividades excluidas y considerar la emisión de bonos de defensa.
“Sin embargo, esto debería considerarse en consulta con los mercados financieros y las agencias de calificación en relación con la viabilidad de esta posibilidad con la debida atención a (…) el posible impacto en los costes de financiación de los actuales bonos del BEI”, dijeron los líderes en la carta, a la que tuvo acceso Reuters.
Algunos Gobiernos de la UE, especialmente los de países neutrales como Austria, Irlanda o Malta, temen que la financiación de la defensa ponga en peligro la máxima calificación crediticia del BEI y no aborde el problema, que según ellos no es de falta de financiación, sino de contratos a largo plazo.
El BEI es también un actor clave en la financiación de la ambiciosa transición de Europa hacia una economía con cero emisiones netas de carbono y más digitalizada, y algunos países temen que añadir municiones y armas a su lista de inversiones pueda ahuyentar a los inversores.
El banco duplicó la financiación de proyectos de seguridad hasta 1.000 millones de euros (1.040 millones de dólares) el año pasado y prevé un aumento hasta 2.000 millones en 2025. La Comisión Europea calcula que el sector de defensa de la UE necesita 500.000 millones de euros en los próximos 10 años.
La petición al BEI fue coordinada por Finlandia, que tiene 1.340 kilómetros de frontera con Rusia y se incorporó a la OTAN en 2023.
(1 dólar = 0,9643 euros)
(Información de Jan Strupczewski; edición de Philip Blenkinsop y Philippa Fletcher; edición en español de Mireia Merino)