Por Charlie Devereux y Emma Pinedo
MADRID, 31 ene (Reuters) – El exjefe del fútbol español Luis Rubiales será juzgado a partir del lunes en la Audiencia Nacional de Madrid por el beso no consentido que le dio en la boca a la campeona del mundo Jenni Hermoso, que fue visto por millones de personas y desencadenó una reacción contra el machismo en el deporte.
Rubiales, de 47 años, está acusado de agresión sexual y de intentar coaccionar a Hermoso, de 34 años, para que declarara que el beso había sido consentido. Él niega estos cargos.
El furor eclipsó el triunfo en la Copa Mundial Femenina de Australia y Nueva Zelanda 2023 y también galvanizó un movimiento “Me Too” (“Yo también”) en el fútbol español en el que las jugadoras luchaban contra el sexismo y las desigualdades con sus compañeros masculinos.
Junto a Rubiales, el exseleccionador nacional femenino Jorge Vilda, el exdirector deportivo de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Albert Luque y el exjefe de mercadotecnia de la RFEF Rubén Rivera también están siendo juzgados por su presunta participación en las presiones a Hermoso.
La Fiscalía pide para Rubiales 2 años y medio de prisión, aunque en España los condenados a penas inferiores a dos años pueden eludir la cárcel pagando una indemnización por daños y perjuicios si no tienen condenas anteriores.
Después de que España derrotara en la final a Inglaterra en Sídney el 20 de agosto de 2023, Rubiales se agarró la entrepierna en señal de celebración cuando sonó el pitido final, de pie junto a la reina Letizia y su hija, la princesa Sofía.
Más tarde, durante la entrega de medallas, levantó a Hermoso de sus pies, la agarró por la cabeza y pareció atraerla hacia él para besarla en la boca ante un estadio abarrotado y una enorme audiencia televisiva mundial.
La primera reacción de Hermoso fue decírselo a sus compañeras de equipo: “Eh, pero no me ha gustado”, según las imágenes del vestuario.
¿COERCIÓN?
Los fiscales afirman que la apartaron en el autobús que la llevaba al aeropuerto y le pidieron que aprobara una declaración en su nombre restando importancia al incidente, a lo que ella se negó.
Vilda se dirigió entonces al hermano de Hermoso, Rafael, en el avión de regreso a Madrid y le advirtió de que la carrera futbolística de su hermana se resentiría si no accedía a grabar un vídeo que respaldara la afirmación de Rubiales de que el beso fue consentido, según los fiscales.
Rubiales llamó inicialmente idiotas a sus críticos antes de disculparse más tarde, diciendo que el breve beso “fue sin mala fe en un momento de máxima efusividad”. Se ha presentado como víctima de una campaña de “falso feminismo”.
Para muchos, el escándalo fue una ventana abierta al dominio masculino del poder y el botín en el lucrativo negocio del fútbol.
A medida que crecía la indignación, con protestas públicas y la madre de Rubiales en huelga de hambre, los principales directivos de la RFEF fueron cayendo como fichas de dominó.
Después de que Rubiales se viera obligado a dimitir, su sustituto y mano derecha, Pedro Rocha, fue suspendido por “falta muy grave”, mientras que el Tribunal Supremo verá el miércoles un recurso de Rafael Louzán, recientemente elegido nuevo presidente de la RFEF, para determinar si se mantiene su condena por prevaricación, que le impide ocupar cargos públicos durante siete años.
Rubiales y Rocha están siendo investigados por corrupción en un caso separado.
Rubiales perdió su puesto tras negarse inicialmente a dimitir y, en octubre de 2023, el organismo rector del fútbol mundial, la FIFA, le prohibió ejercer cualquier actividad relacionada con el fútbol durante tres años.
Rubiales ha llamado a declarar a sus hijas, mientras que varios compañeros de Hermoso también aportarán pruebas.
Hermoso, máxima goleadora española de todos los tiempos, que actualmente juega en el Tigres UANL de México, subirá al estrado el lunes.
Rubiales y sus coacusados declararán a partir del 12 de febrero, una vez que el tribunal haya interrogado al resto de los testigos.
(Información de Charlie Devereux y Emma Pinedo; edición de Andrew Cawthorne; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)