BUENOS AIRES, 3 feb (Reuters) -Los mercados de Argentina iniciaron con fuertes bajas el lunes en línea con la trayectoria declinante de sus pares externos ante temores sobre el impacto a la aplicación de aranceles en Estados Unidos, en momentos en que el banco central argentino (BCRA) redujo el ritmo devaluatorio del peso (crawling peg) al 1% mensual desde 2% previo.
La puesta en marcha de aranceles anunciada por el presidente estadounidense, Donald Trump, a Canadá, México y China, crea temores a que sea el inicio a una guerra comercial mundial que frenaría el crecimiento económico.
“Las políticas proteccionistas de Trump (las vemos) como un riesgo clave para Argentina”, estimó Adcap.
“Hay dos canales principales de impacto: 1) Un dólar más fuerte reduce la probabilidad de una mayor apreciación del peso en corto plazo, lo que limitará la acumulación de reservas en el actual esquema cambiario y 2) las tasas de interés más altas en EEUU probablemente mantendrán a los mercados internacionales efectivamente cerrados a Argentina por el resto del año”, señaló.
En el mercado bursátil, el índice accionario líder S&P Merval se desplomaba un 2,8% a las 1550 GMT, tras caer más de un 4,5% en las primeras anotaciones y de cerrar el viernes con baja del 1,33%. El referencial líder finalizó enero con alza del 1,22%.
Por su parte, el riesgo país argentino medido por el banco JP Morgan subía 17 unidades a 641 puntos básicos, al tiempo que los bonos en la plaza extrabursátil local caían un 0,5%.
En la plaza de bonos, “la relación riesgo-retorno sigue teniendo sentido, especialmente si el gobierno avanza en la liberación del cepo”, dijo Carta Financiera.
El peso interbancario se depreciaba un 0,19% a 1.053,50 unidades por cada dólar, en la primer jornada con un nuevo ritmo devaluatorio (crawling peg) del 1% mensual, desde el 2% previo, al tiempo que en las plazas alternativas de cambio, ante estrictos controles vigentes, se negociaba con leve baja.
“El crawling peg al 1% seguramente traerá menores expectativas de inflación, y por eso la baja de tasas puede que no implique una caída en la tasa real (de inflación). El costo de empujar la nominalidad hacia abajo es seguir apreciando el tipo de cambio en un contexto global más complicado por las políticas de Trump”, dijo el economista Roberto Geretto.
Los negocios del peso en el bursátil contado con liquidación “CCL” se pactaban en baja 1.187 unidades por dólar y en el bancario dólar “MEP” a 1.175 por dólar.
Por su parte, la operatoria en la referencial plaza informal de cambios mostraba valores de 1.225 pesos por dólar para la venta, en un marco de reducidas anotaciones.
“El Gobierno decidió ajustar la tasa de interés para priorizar la estabilidad cambiaria y asegurar el carry trade, evitando desalentar los flujos que sostienen el superávit de la cuenta financiera y las compras de divisas”, estimó el agente de compensación y liquidación Cohen.
La semana pasada, el BCRA redujo su tasa de política monetaria a 29% nominal anual desde el 32% previo ante perspectivas de una trayectoria declinante de la inflación.
Por otra parte, el Gobierno negocia con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un nuevo programa crediticio para reprogramar su deuda, el cual podría brindarle fondos frescos al país para salir de las actuales restricciones cambiarias.
Con el inicio de febrero el gobierno de Milei debe afrontar un vencimiento de intereses con el FMI por unos 660 millones de dólares.
“Desde el Gobierno apuestan a que (el acuerdo) se concrete en el primer trimestre. Aunque hay especulaciones sobre que se concretaría luego de las elecciones (de medio término de octubre) y con un panorama más claro de la robustez del Gobierno en el ámbito legislativo”, dijo Wise Capital.
(Reporte de Walter Bianchi;Editado por Hernán Nessi)