WASHINGTON, 10 feb (Reuters) – El presidente Donald Trump firmó el lunes una orden ejecutiva destinada a alentar al Gobierno de Estados Unidos y a los consumidores a comprar pajitas de plástico para beber, lo que supone un retroceso en los esfuerzos de su predecesor para eliminar gradualmente los plásticos de un solo uso y hacer frente a los residuos.
“Vamos a volver a las pajitas de plástico”, dijo Trump a los periodistas en la Casa Blanca al firmar la orden, afirmando que las pajitas de papel “no funcionan”.
“No creo que el plástico vaya a afectar mucho a un tiburón, ya que mastican todo lo que hay por el océano”, dijo Trump.
El predecesor demócrata de Trump, Joe Biden, había propuesto medidas medioambientales para reducir el consumo de plásticos de un solo uso no biodegradables, que dañan los ecosistemas y contaminan los suministros de alimentos. Su Gobierno también respaldó un tratado mundial destinado a poner un tope a la producción de plástico.
La orden ejecutiva del lunes formaba parte de un mayor debilitamiento de los compromisos medioambientales de Trump, que en uno de los primeros actos de su segundo mandato retiró por segunda vez a Estados Unidos del acuerdo climático de París.
Trump también anuló una política del Gobierno de Biden para poner fin al uso de todos los productos de plástico de un solo uso en terrenos federales para 2032.
Decenas de países han impuesto prohibiciones a varios tipos de plásticos de un solo uso, producidos principalmente mediante productos petroquímicos y utilizados para fabricar bolsas de la compra, botellas y otros artículos desechables.
Si no se introducen nuevos controles, se prevé que la cantidad de residuos plásticos vertidos al medio ambiente aumente de 81 millones de toneladas métricas en 2020 a 119 millones de toneladas en 2040, según un estudio de la OCDE publicado el año pasado.
Las negociaciones sobre un tratado mundial para controlar la contaminación por plásticos fracasaron el año pasado, ya que los principales países productores de plásticos se mostraron reacios a comprometerse a establecer límites de producción vinculantes.
Las negociaciones se reanudarán este año, pero Aleksandar Rankovic, director de Common Initiative, un grupo de reflexión sobre el medio ambiente, afirmó que no le sorprendería que Washington se retirara de las conversaciones.
“Con la postura favorable al petróleo y al gas del nuevo Gobierno, cabe esperar que Estados Unidos converja con países como Rusia y Arabia Saudí y se oponga a los nuevos objetivos globales de reducción de la producción de plástico”, afirmó.
(Reportaje de Steve Holland y Trevor Hunnicutt; información adicional de David Stanway en Singapur; edición de Chris Reese y Bernadette Baum)