14 feb (Reuters) – El Gobierno de Donald Trump ha interrumpido la respuesta de Estados Unidos a la gripe aviar cuando el brote empeora, lo que ha generado confusión y preocupación entre el personal federal, funcionarios estatales, veterinarios y expertos en salud, dijeron 11 fuentes a Reuters.
Desde que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asumió el cargo el 20 de enero, dos agencias federales responsables de monitorizar y responder a la epidemia han retenido informes sobre la gripe aviar y han cancelado reuniones informativas con el Congreso y con funcionarios estatales de salud, dijeron las fuentes.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) retuvieron dos informes semanales, uno sobre la transmisión de la gripe aviar y otro sobre la vigilancia, y cancelaron varias reuniones sobre la gripe aviar con funcionarios estatales.
Los CDC y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos no celebraron reuniones informativas con el Congreso durante tres semanas, y el USDA no respondió a la petición de información de un funcionario estatal sobre un nuevo programa para proteger el suministro nacional de alimentos, dijeron las fuentes.
Entre el personal sanitario federal hay ansiedad por que la información crítica sobre la gripe aviar no se difundirá de manera oportuna o en absoluto, pese a que más personas y ganado dan positivo para el virus.
“La confusión sobre los mensajes y quién puede decir qué o cualquier cosa está complicando las cosas en un mal momento”, dijo Keith Poulsen, director del Laboratorio de Diagnóstico Veterinario de Wisconsin, que ha estado trabajando estrechamente con funcionarios federales y estatales en la respuesta a la gripe aviar.
La decisión de Trump de retirar a Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) también ha obstaculizado el intercambio de información que permite a los funcionarios rastrear brotes y cepas del virus en otros países, dijeron tres fuentes.
Los CDC han afirmado que el riesgo de gripe aviar para el público en general sigue siendo bajo. Sin embargo, el aumento de los brotes en ganado y seres humanos en Estados Unidos ha suscitado entre los científicos la preocupación de que el virus pueda mutar de forma que se transmita de persona a persona.
La gripe aviar ha infectado a casi 70 personas en Estados Unidos desde abril y ha matado a una. Ha acabado con unos 159 millones de pollos, pavos y otras aves en todo el país desde que el brote comenzó en las aves de corral en 2022.
Los precios de los huevos en Estados Unidos se han disparado a máximos históricos, lo que pone en peligro las promesas de Trump de reducir los costos para los estadounidenses.
El 5 de febrero, el USDA dijo que el ganado lechero estaba infectado con una segunda cepa de gripe aviar, aumentando la preocupación por su propagación.
Antes de la toma de posesión de Trump, los funcionarios federales estaban en contacto regular con funcionarios estatales y grupos empresariales como parte de la respuesta de Estados Unidos a su mayor emergencia de salud animal en la historia.
El USDA dijo que continuó las comunicaciones regulares con otras agencias federales, incluido el Departamento de Salud y Servicios Humanos, y partes externas, como los estados, durante la transición hacia el segundo mandato de Trump.
El Departamento de Salud, que supervisa el CDC, dijo que ha reanudado algunas comunicaciones externas desde que una congelación temporal en las comunicaciones de la agencia de salud pública terminó el 1 de febrero, pero no respondió a preguntas detalladas.
(Reporte de Leah Douglas en Washington y Tom Polansek en Chicago; contribución de Jennifer Rigby en Londres; edición en español de Javier López de Lérida)