Por Howard Schneider
WASHINGTON, 20 feb (Reuters) – El presidente de la Reserva Federal de Atlanta, Raphael Bostic, dijo el jueves que el banco central debería ser capaz de bajar las tasas de interés en medio punto porcentual este año, aunque sigue habiendo incertidumbre sobre el impacto de las políticas comerciales y de inmigración del presidente Donald Trump.
Dos recortes de tasas de un cuarto de punto porcentual es “mi expectativa de referencia”, dijo Bostic a periodistas en una llamada, aunque destacó que “la incertidumbre en torno a eso es bastante significativa (…) Pueden ocurrir muchas cosas que influyan en ambas direcciones”.
En un ensayo publicado el jueves, Bostic afirmó que no creía que Estados Unidos se enfrentara a un nuevo estallido de inflación, aunque añadió que había una “aprensión generalizada” entre las empresas sobre cómo afectarán a las perspectivas los nuevos impuestos a la importación, las normas de inmigración y los cambios en la normativa.
“En conjunto, los recientes datos de inflación han proporcionado pruebas tanto para el optimismo como para el pesimismo”, escribió Bostic en el ensayo, en el que esbozó la posición de la Fed a la hora de decidir si baja aún más las tasas de interés.
Bostic no es miembro con derecho a voto del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal este año.
En su reunión del mes pasado, la Fed mantuvo su tasa de interés de referencia entre el 4,25% y el 4,50%, y se espera que vuelva a hacerlo en su encuentro de los días 18 y 19 de marzo, a la espera de que se aclare cómo responde la economía a los nuevos aranceles y a unas normas de inmigración más estrictas.
Los inversores consideran que los recientes datos inflacionarios y los riesgos derivados de los aranceles y otras políticas sólo permitirán al banco central recortar las tasas una vez este año.
INCERTIDUMBRE “OMNIPRESENTE”
Según Bostic, aún se espera que la inflación en el sector de la vivienda disminuya, lo que aliviaría uno de los principales motores del aumento general de los precios. El mercado laboral muestra señales de atonía, aunque mantiene una baja tasa de desempleo en torno al 4%, y las firmas dicen que la prevista desregulación podría aliviar las presiones sobre los costos.
Sin embargo, no hay que dar por sentado que la economía se encuentre en un “lugar feliz”, afirmó Bostic.
Las empresas también prevén traspasar a los consumidores los nuevos impuestos a la importación, y les preocupa el impacto que unas normas de inmigración más estrictas puedan tener en la disponibilidad de mano de obra.
En cuanto a los cambios políticos que se avecinan, “hemos oído no sólo entusiasmo -sobre todo por parte de los bancos- por los posibles cambios en las políticas fiscales y reguladoras, sino también una aprensión generalizada por la futura política comercial y de inmigración”, escribió Bostic.
Las empresas en general no han reaccionado a los planes de Trump, que siguen en constante cambio, pero la situación ha creado una incertidumbre “omnipresente” sobre el curso de la economía este año, dijo Bostic.
Dijo que su escenario base, sin embargo, sigue siendo que la inflación “continuará un curso lleno de baches hacia el objetivo del 2% del Comité”.
(Reporte de Howard Schneider; Editado en Español por Manuel Farías)