Por Jesús Aguado
MADRID, 28 feb (Reuters) – La opa hostil del banco español BBVA sobre su competidor más pequeño Sabadell, anunciada hace 10 meses, se enfrenta a una nueva prueba importante en marzo, cuando el regulador de la competencia anuncie el resultado de su revisión.
Algunos directivos del sector consideraron que el inesperado movimiento del BBVA sobre el Sabadell el año pasado era el comienzo de una oleada de operaciones entre los bancos europeos. El intento de adquisición ha puesto de relieve la complejidad y las complicaciones políticas de las fusiones y adquisiciones bancarias.
A continuación se exponen algunos de los pasos que probablemente se den en la que sería la segunda mayor operación bancaria de España por activos.
¿QUÉ OCURRIRÁ A CONTINUACIÓN?
La oferta de 12.280 millones de euros de BBVA por Sabadell se volvió hostil en mayo tras ser rechazada por el consejo de administración de Sabadell.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) inició una revisión y en noviembre dijo que quería más tiempo antes de autorizar la operación o exigir a BBVA que presentara las denominadas medidas compensatorias o remedios.
Si los compromisos de BBVA son insuficientes, puede imponer otras condiciones y, a falta de resolución, bloquear la operación.
Los analistas creen que es probable que BBVA acepte las medidas compensatorias y siga adelante con la opa, pero cuanto más se prolongue la operación, mayores serán las dudas.
El mes pasado, el presidente de BBVA, Carlos Torres, arquitecto de la oferta, dijo que esperaba que el regulador la aprobara en las próximas semanas con “medidas aceptables”, como no cerrar sucursales si no hay una alternativa cercana.
El abandono de la operación, que según BBVA es una opción, sería un golpe para Torres, aunque ha dicho que no dimitiría.
Sabadell califica de insuficientes los remedios propuestos por BBVA y cree que son necesarios cambios estructurales, como la venta de activos, en lugar de medidas temporales, como preservar las líneas de capital circulante para las pequeñas empresas.
¿CUÁLES SON LOS PRÓXIMOS OBSTÁCULOS?
La operación necesitará el visto bueno de otras dos instituciones —la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y el Gobierno— antes de una oferta formal, en la que los accionistas de Sabadell tendrán entre 30 y 70 días para votar.
La CNMV ha dicho que esperará al Gobierno y al organismo de competencia antes de tomar una decisión.
El Gobierno de Pedro Sánchez se opone a la operación, advirtiendo de su impacto sobre el empleo y los clientes.
El mes pasado, Sabadell decidió trasladar su sede legal a la región oriental de Cataluña, su feudo tradicional, en lo que los analistas consideraron un intento de reforzar la oposición política a la fusión.
La legislación sobre competencia limita el margen de intervención del Gobierno, pero si el regulador de competencia establece condiciones en su revisión, el Ministerio de Economía español tiene 15 días hábiles para llevar el acuerdo a una reunión del Consejo de Ministros.
El Gobierno dispone entonces de un mes para oponerse, lo que se conoce extraoficialmente como “revisión de fase 3”.
El margen de maniobra del que dispone para actuar es muy controvertido. El consejero delegado de Sabadell, César González-Bueno, cree que el Gobierno puede imponer condiciones más duras por razones de interés público, mientras que BBVA piensa que sólo puede modificar, no añadir, condiciones.
¿ESTÁ GARANTIZADA LA FUSIÓN?
No. Si BBVA tiene razón y la operación sigue adelante, el Gobierno puede bloquear una fusión completa entre los bancos aunque no pueda detener una oferta.
En ese caso, BBVA podría integrar Sabadell en una fase posterior, según fuentes bancarias y de supervisión, y mientras tanto mantener Sabadell como una unidad separada.
BBVA no es partidario de esta solución, aunque afirma que podría conseguir la mayoría de los mismos ahorros de costes.
Sabadell rechaza esa idea.
¿ESPERAN LOS MERCADOS UNA ADQUISICIÓN?
En resumen, sí. Creen que habrá acuerdo, pero que BBVA tendrá que mejorar la oferta.
Cualquier mejora, que BBVA ha descartado, es improbable hasta que BBVA alcance el periodo de aceptación de la oferta. Técnicamente, BBVA puede mejorar su oferta cinco días antes de que finalice dicho periodo.
El principal indicador de la opinión de los inversores sobre las posibilidades de la operación es la correlación de los precios de las acciones de los dos bancos, dado que la operación es en acciones.
Aplicando la ecuación de canje, la cotización de Sabadell sigue reflejando la prima original del 30% ofrecida por BBVA sobre su precio de cierre del 29 de abril.
“Las cosas cambian día a día y hay muchas partes interesadas importantes que todavía tienen que dar su opinión, pero el mercado parece estar valorando la probabilidad de que esta operación pueda llevarse a cabo”, dijo Antonio Reale, analista de Bank of America.
BBVA podría introducir un componente en efectivo de entre 1.000 y 2.000 millones de euros y seguir generando un rendimiento de la inversión del 18-19%, dijo, añadiendo que el mercado espera una pequeña mejora de la oferta.
(1 dólar = 0,9333 euros)
(Información de Jesús Aguado; edición de Tommy Reggiori Wilkes y Philippa Fletcher; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)