Por Bo Erickson, Steve Holland y Joseph Ax
WASHINGTON, 5 mar (Reuters) -Un triunfante presidente Donald Trump dijo el martes en el Congreso que “Estados Unidos ha vuelto”, después de haber remodelado la política exterior del país, desatado una guerra comercial y despedido a decenas de miles de trabajadores del Gobierno en seis tumultuosas semanas desde que regresó al poder, provocando abucheos de algunos demócratas que abandonaron el hemiciclo en señal de protesta.
El discurso, en horario de máxima audiencia, fue el primero ante el Congreso desde que asumió el cargo el 20 de enero, después de que los nuevos y radicales aranceles contra México, Canadá y China hicieran caer bruscamente a los mercados estadounidenses por segundo día consecutivo.
Los líderes mundiales seguían con atención el discurso de Trump, un día después que suspendiera toda la ayuda militar a Ucrania en un marcado cambio de la política estadounidense. La suspensión se produjo tras una bronca en el Despacho Oval en la que Trump reprendió airadamente al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ante las cámaras de televisión.
La suspensión asestó un duro golpe a los esfuerzos de Kiev por defenderse de Rusia, que lanzó una invasión a gran escala hace tres años, y puso aún más nerviosos a los líderes europeos, preocupados por que Trump esté acercando demasiado a Estados Unidos a Moscú.
Trump dedicó solo unos minutos de su discurso a la política exterior. Señaló su voluntad de seguir adelante con un acuerdo sobre minerales con Ucrania y dejó de lado tras la desastrosa reunión de la semana pasada en la Casa Blanca.
“Simultáneamente, hemos mantenido serias conversaciones con Rusia y hemos recibido fuertes señales de que están preparados para la paz”, dijo Trump. “¿No sería eso hermoso?”
Y repitió sus promesas, aunque sin añadir detalles, de llevar la paz a Oriente Medio y ampliar los Acuerdos de Abraham, firmados durante su primer mandato que establecieron relaciones entre Israel y algunos de sus vecinos árabes.
Aunque Trump ha parecido culpar a Ucrania de iniciar la guerra, una nueva encuesta de Reuters/Ipsos reveló que el 70% de los estadounidenses, incluidos dos tercios de los republicanos, dicen que Rusia tuvo más culpa.
Trump prometió equilibrar el presupuesto federal, pese a que instó a los congresistas a promulgar una amplia agenda de recortes de impuestos que, según los analistas, podría añadir más de 5 billones de dólares a la carga de la deuda del Gobierno federal de 36 billones de dólares. El Congreso tiene que elevar el techo de la deuda nacional este año o se arriesga a un incumplimiento devastador.
El discurso compartió algunas de las características de los mítines de campaña de Trump. Trump arremetió repetidamente contra su predecesor, el demócrata Joe Biden, atacó a los criminales inmigrantes como “salvajes” y prometió prohibir lo que llamó “ideología transgénero”, todo ello mientras salpicaba sus declaraciones con afirmaciones exageradas o falsas.
PROTESTAS DE LOS DEMÓCRATAS
“A mis conciudadanos, Estados Unidos ha vuelto”, comenzó Trump ante la ovación de sus compañeros republicanos. “Nuestro país está al borde de un regreso del que el mundo nunca ha sido testigo y quizás nunca vuelva a serlo”.
Los demócratas mostraron pancartas con mensajes como “¡No eres el rey!” y “Esto NO es normal” y cerca de la mitad de los demócratas se habían marchado al final del discurso.
Un congresista de Texas, Al Green, fue expulsado tras negarse a sentarse.
Trump, un peleón político por naturaleza, se deleitó con los desacuerdos.
“Miro a los demócratas que tengo delante y me doy cuenta de que no hay absolutamente nada que pueda decir para hacerles felices o para que se pongan en pie, sonrían o aplaudan”, dijo tras la expulsión de Green.
El discurso tuvo lugar en la Cámara de Representantes, donde los legisladores se apiñaron temiendo por sus vidas hace poco más de cuatro años mientras una turba de partidarios de Trump saqueaba el Capitolio en un esfuerzo infructuoso por anular la victoria del demócrata Joe Biden en 2020, sobre el entonces presidente Trump.
La legisladora que los demócratas eligieron para dar su discurso de refutación, la senadora moderada Elissa Slotkin, apeló a un icónico presidente republicano al criticar a Trump.
“Como niña de la Guerra Fría, estoy agradecida de que fuera Reagan y no Trump quien gobernara en la década de 1980. Trump nos habría hecho perder la Guerra Fría”, dijo Slotkin, una exanalista de la CIA que ganó las elecciones en Michigan en noviembre, pese a que Trump ganó en su estado, refiriéndose al presidente Ronald Reagan. “Las acciones de Donald Trump sugieren que, en el fondo, no cree que seamos una nación excepcional”.
MÁS ARANCELES EN CAMINO
Trump elogió al empresario multimillonario Elon Musk y su Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), que ha reducido más de 100.000 trabajadores federales, recortado miles de millones de dólares en ayuda exterior y cerrado agencias enteras.
El presidente atribuyó a Musk la identificación de “cientos de miles de millones de dólares fraudulentos”, una afirmación que supera con creces incluso lo que el Gobierno ha afirmado hasta ahora. Musk, sentado en la tribuna, recibió ovaciones de los republicanos.
Trump reiteró su intención de imponer aranceles recíprocos adicionales el 2 de abril, una medida que probablemente agitaría aún más los mercados financieros.
“Otros países han usado aranceles contra nosotros durante décadas y ahora nos toca a nosotros empezar a usarlos contra ellos”, dijo.
En ese momento, muchos republicanos permanecieron sentados, una señal de cómo los aranceles de Trump han dividido a su partido.
Los aranceles de Trump del 25% a México y Canadá, dos de los aliados más cercanos del país, y un 10% adicional a las importaciones chinas ahondaron las preocupaciones de los inversores sobre la economía. El Nasdaq Composite ha bajado más de un 9% desde su máximo histórico de cierre el 16 de diciembre.
Trump, que a menudo se ha atribuido el mérito de las subidas del mercado, no mencionó la caída de esta semana. Además, apenas se refirió a los costes obstinadamente elevados, culpó a Biden del precio de los huevos y diciendo que reduciría la inflación mediante el aumento de la producción energética.
Solo uno de cada tres estadounidenses aprueba la gestión de Trump del coste de la vida, según el sondeo de Reuters/Ipsos, una potencial señal de peligro ante las preocupaciones de que sus aranceles puedan aumentar la inflación.
Trump pidió al Congreso que apruebe un amplio plan de 4,5 billones de dólares que extendería sus recortes de impuestos de 2017, reforzaría la seguridad fronteriza y financiaría deportaciones masivas.
Trump señaló que su Gobierno ya había puesto en marcha una ofensiva fronteriza, señalando el récord de 8.300 detenciones de migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México en febrero. Estas detenciones se utilizan a menudo como aproximación para calcular los cruces irregulares.
La propuesta fiscal republicana exige una reducción del gasto de 2 billones de dólares en una década, con posibles recortes en educación, sanidad y otros servicios sociales.
El Comité para un Presupuesto Federal Responsable, un organismo no partidista, calcula que la agenda fiscal completa de Trump, incluida la eliminación de los impuestos sobre las propinas, el pago de horas extraordinarias y las prestaciones de la Seguridad Social, podría costar entre 5 y 11,2 billones de dólares en una década.
(Información de Bo Erickson, Erin Banco, Gram Slattery, Andrea Shalal, Steve Holland y Gabriella Borter; información adicional de Nandita Bose, Kanishka Singh, Jasper Ward, Ted Hesson, Jason Lange, Richard Cowan, Trevor Hunnicutt y Tom Westbrook; redacción de Joseph Ax y Steve Holland; edición de Colleen Jenkins, Scott Malone y Howard Goller; editado en español por Natalia Ramos y María Bayarri Cárdenas)
