Por Lucila Sigal
BUENOS AIRES, 11 mar (Reuters) -Siete integrantes del equipo médico de Diego Armando Maradona acusados de homicidio asistieron el martes a un tribunal de Buenos Aires, en el inicio de un esperado juicio que determinará su responsabilidad en la muerte del astro de fútbol argentino.
Miembros de su familia y los acusados llegaron al tribunal de San Isidro, en las afueras de la capital argentina, en medio de hinchas con un cartel que decía “Justicia por D10S”, en referencia al número 10 de su camiseta y a la palabra Dios, mientras gritaban “asesinos” a los implicados en la causa.
Maradona murió el 25 de noviembre de 2020 a los 60 años por una insuficiencia y un paro cardíaco “en una situación de desamparo”, según la investigación de los fiscales por “homicidio con dolo eventual”.
El ídolo, considerado uno de los mejores jugadores de la historia, arrastraba diversos problemas de salud y se había sometido a una cirugía craneal semanas antes de su muerte.
En la apertura del juicio, los dos fiscales describieron la internación domiciliaria de Maradona como “calamitosa, temeraria, deficiente y sin precedentes”, añadiendo que fue “un teatro del horror donde nadie hizo lo que tenía que hacer”.
Los fiscales dijeron que tienen una “imputación absolutamente sólida, sin fisuras, con prueba objetiva y de calidad” reunida durante más de un año, que demuestra omisiones, revisiones deficitarias, desidia y falta de control por parte del equipo médico que trató al jugador.
Más de 190 testigos, incluyendo a los hijos del jugador, su exesposa Claudia Villafañe, peritos, médicos, periodistas y amigos, declararán en un juicio que ya había sido aplazado en varias oportunidades y se prevé que se extienda hasta julio.
Los hijos de uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, que estaban presentes en el tribunal junto a sus abogados, denunciaron que los médicos, enfermeros y psicólogos que debían cuidar a su padre lo habían matado.
El posible delito fue caratulado como “homicidio con dolo eventual”, que prevé penas de entre ocho y 25 años de prisión, ya que los investigadores consideraron que los acusados conocían el grave estado de salud de Maradona y sus antecedentes y no tomaron las medidas necesarias para salvarlo.
“Hay elementos de sobra para acreditar no solo que Diego no fue tratado adecuadamente, sino que durante el juicio se va a demostrar cómo le sacaron sus bienes”, dijo Mario Baudry, abogado de uno de los hijos de Maradona.
Los imputados son la psiquiatra Agustina Cosachov, el neurocirujano Leopoldo Luque, el psicólogo Carlos Ángel Díaz, la médica Nancy Edith Forlini, el enfermero Ricardo Almirón, el jefe de enfermeros Mariano Ariel Perroni y el médico Pedro Pablo Di Spagna.
Una octava acusada, la enfermera Dahiana Madrid, será juzgada en un proceso aparte en julio, según reportaron medios locales.
“No existió hecho ilícito ni participación de mi defendido en ninguna de las circunstancias que se le imputan”, dijo Mara Digiuni, una de las abogadas defensoras de Luque, médico de cabecera de Maradona en el inicio del juicio, quien afirmó que el jugador murió debido a un “evento cardiológico agudo, inesperado e imprevisible”.
Por otro lado, Digiuni señaló que la internación domiciliaria de Maradona fue acordada entre los médicos y los familiares del excapitán de la selección albiceleste.
Conocido como “Pelusa”, Maradona tiene estatus de culto en Argentina, donde el fútbol se palpita en cada esquina, y, si bien su estilo frontal y desfachatado le generó amores y odios, su figura sigue presente en murales, carteles e incluso en una iglesia virtual que lleva su nombre.
La estrella ganó la Copa del Mundo en 1986, llevó al club italiano Nápoli a alturas sin precedentes y, en un partido crucial con Inglaterra, anotó con la mano uno de los goles más memorables de todos los tiempos.
Su muerte impactó al país, donde muchos hinchas reclaman que se esclarezca lo sucedido en sus últimos días. En las puertas del tribunal, algunos de ellos reclamaban justicia con bengalas, bombos y banderas.
“Que paguen (cadena) perpetua (los acusados)”, dijo Sergio Giménez, un seguidor de Maradona. “Lo mataron y hoy se las van a ver acá”, concluyó.
(Reporte de Lucila Sigal. Reporte adicional de Eliana Raszewski, Miguel Lo Bianco y Claudia MartiniEditado por Nicolás Misculin y Maximilian Heath)