Por Luis Jaime Acosta
BOGOTÁ, 17 mar (Reuters) – Colombia decidirá en meses la compra de aviones de combate a un proveedor de la OTAN, dijo el ministro de Defensa Pedro Sánchez, quien admitió que los grupos armados ilegales se aprovecharon de la voluntad de paz del Gobierno para fortalecerse y expandirse.
El país sudamericano inició hace más de una década un proceso de búsqueda y selección para reemplazar su flota de aviones Kfir de fabricación israelí.
Colombia estudia ofertas de Estados Unidos con aviones F-16, de Suecia con Gripen y de Francia con los Rafale para renovar su envejecida flota comprada a finales de la década de 1980.
“Eso es un tema que le preocupa a nuestro presidente, pero le preocupa al país, esto es un tema de soberanía. No podemos dejar sin protección a Colombia con esa capacidad”, dijo Sánchez en una entrevista con Reuters el domingo.
“Esa decisión en términos geopolíticos ya está tomada. Le compramos a un país miembro de la OTAN, ya sea Estados Unidos, Suecia, Francia o algún otro proveedor miembro de la OTAN”, afirmó precisando que la compra se debe anunciar “en meses”.
Sánchez, de 52 años y quien hasta hace poco fue un sobresaliente general de la Fuerza Aeroespacial Colombiana que pasó a retiro para asumir como ministro de Defensa, no reveló detalles sobre la inversión que se requerirá ni la cantidad de aeronaves que se comprarán.
Pero en el 2023 en el Gobierno se mencionó un presupuesto de unos 15 billones de pesos (3.656 millones de dólares) para la compra de alrededor de 16 aeronaves.
La inminente adquisición se haría pese a las dificultades fiscales que enfrenta el Gobierno y que lo obligaron a recortar su plan de gastos del 2025.
TRAICIÓN A LA VOLUNTAD DE PAZ
Por otra parte, Sánchez reconoció que los grupos armados ilegales como las guerrillas del Ejército de Liberación Nacional (ELN), las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Clan del Golfo se fortalecieron militarmente y se expandieron, al amparo de la política de paz total que ofreció el presidente Gustavo Petro.
Petro, el primer mandatario de izquierda en la historia de Colombia, ofreció diálogos de paz a los grupos armados ilegales para poner fin a un conflicto interno de seis décadas que ha dejado más de 450.000 muertos, pero transcurrido más de la mitad de su Gobierno de cuatro años no hay resultados positivos.
La participación en las negociaciones de paz con el Gobierno no obliga a los grupos armados a suspender inmediatamente sus actividades ilegales, pero Sánchez dijo que la continuación en el narcotráfico y la minería ilícita les permitió fortalecerse militarmente.
“Traicionaron al pueblo colombiano, incrementaron su poder narco criminal que es necesario combatirlo”, aseguró el ministro.
El funcionario reconoció que una eventual decisión de Estados Unidos para recortar o suspender la ayuda a Colombia impactaría negativamente las operaciones contra lo que denominó “el cáncer del narcotráfico”, incluyendo los esfuerzos para contener la producción de cocaína.
Aunque Washington viene recortando gradualmente desde hace años la ayuda a Colombia, ese apoyo asciende anualmente a alrededor de 400 millones de dólares.
“Impacta negativamente si se recortara porque es un aporte significativo, pero no solamente perjudica a Colombia, perjudica a Estados Unidos, porque entonces tendríamos menos capacidad para contener esta amenaza”, afirmó Sánchez. “Si quitamos más recursos, pues la amenaza va a aumentar”.
Al cierre del 2023 Colombia tenía 253.000 hectáreas cultivadas con hoja de coca y una capacidad de producción de 2.664 toneladas métricas anuales de cocaína, según Naciones Unidas.
“Si nos fracturamos nosotros le damos espacio a los criminales”, concluyó Sánchez refiriéndose a las relaciones con Estados Unidos y su apoyo para combatir el narcotráfico.
(Reporte de Luis Jaime Acosta, editado por Nelson Bocanegra)
