OCDE advierte de una merma del crecimiento de Canadá, México y EEUU por los aranceles

Por Leigh Thomas

PARÍS, 17 mar (Reuters) -Las subidas de aranceles de Donald Trump lastrarán el crecimiento en Canadá, México y Estados Unidos, e impulsarán la inflación, pronosticó el lunes la OCDE, justo cuando el mandatario republicano ha prometido seguir adelante con una nueva oleada de gravámenes a principios de abril.

Trump, a bordo del Air Force One de camino a Washington, repitió que no tenía planes de ofrecer exenciones para los aranceles del 25% al acero y el aluminio que entraron en vigor la semana pasada.

En el caso de un choque comercial generalizado, no sólo los hogares estadounidenses pagarán un alto precio directo, sino que la probable desaceleración económica costará a Estados Unidos más que los ingresos extra que se supone que generarán los aranceles, estimó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en sus perspectivas provisionales.

El crecimiento mundial se ralentizará levemente del 3,2% en 2024 al 3,1% en 2025 y al 3% en 2026, según el foro político con sede en París, que ya recortó sus previsiones del 3,3% para este año y el próximo en sus anteriores perspectivas económicas, publicadas en diciembre.

El crecimiento económico de Estados Unidos se desaceleraría este año hasta el 2,2%, antes de perder más fuerza el año que viene hasta sólo el 1,6%, dijo la OCDE, recortando sus previsiones desde el 2,4% y el 2,1% previos.

Sin embargo, la economía mexicana sería la más afectada por el aumento de los aranceles, con una contracción del 1,3% este año y del 0,6% el próximo, en lugar de crecer un 1,2% y un 1,6% como se esperaba con anterioridad.

La tasa de crecimiento de Canadá se reduciría al 0,7% este año y el próximo, mucho menos del 2% previsto antes para ambos años.

El informe de la OCDE es el más reciente que proyecta que el crecimiento de América del Norte se vería obstaculizado por los aranceles de Trump, que también han torpedeado una serie de medidas de confianza de los hogares y las empresas estadounidenses.

No obstante, el panorama mundial ocultó divergencias entre las principales economías, con la resistencia de algunos grandes mercados emergentes, como China, que ayudaba a compensar una marcada desaceleración en Norteamérica.

Según la OCDE, la proliferación de subidas arancelarias pesará sobre la inversión empresarial mundial e impulsará la inflación, dejando a los bancos centrales pocas opciones salvo mantener las tasas de interés más elevadas durante más tiempo del previsto con anterioridad.

La organización actualizó sus previsiones suponiendo que los aranceles entre Estados Unidos y sus vecinos se incrementarán en 25 puntos porcentuales más sobre casi todas las importaciones de bienes a partir de abril.

Con una exposición menos directa a la guerra comercial por ahora, se considera que la economía de la zona euro ganaría impulso este año con un crecimiento del 1% y alcanzaría el 1,2% el próximo año, aunque menos que las previsiones anteriores del 1,3% y el 1,5%, respectivamente.

Un mayor apoyo gubernamental al crecimiento chino ayudaría a compensar el impacto del alza de aranceles en la segunda mayor economía del mundo, según la OCDE, que prevé un crecimiento del 4,8% en 2025 -frente al 4,7%- antes de ralentizarse hasta el 4,4% en 2026, sin cambios respecto a la estimación anterior.

Sin embargo, la OCDE dijo que las perspectivas mundiales serán mucho peores si Washington intensifica la guerra comercial aumentando los gravámenes sobre todas las importaciones de productos no básicos y sus socios comerciales hacen lo mismo.

Según sus cálculos, un incremento permanente de los aranceles bilaterales de 10 puntos porcentuales restaría alrededor de 0,3 puntos porcentuales al crecimiento mundial en el segundo y tercer año de la crisis, mientras que la inflación mundial se aceleraría una media de 0,4 puntos porcentuales en los tres primeros años.

En este escenario, la economía estadounidense sufriría un golpe importante, con un crecimiento inferior en 0,7 puntos porcentuales al que habría tenido en el tercer año. El costo directo para los hogares estadounidenses podría ascender a 1.600 dólares para cada uno.

Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, Trump ha desatado un aluvión de anuncios arancelarios.

Ha impuesto gravámenes del 20% a todas las importaciones procedentes de China y ha amenazado, aunque aplazado hasta abril, con aranceles del 25% a la mayoría de las importaciones de México y Canadá.

La semana pasada elevó los aranceles a las importaciones de acero y aluminio a un 25%, sin exenciones ni excepciones, en una medida diseñada para ayudar a la industria estadounidense, al tiempo que contribuía a la escalada de la guerra comercial.

Y se avecinan más. Ha prometido aranceles sobre los automóviles a partir del 2 de abril, junto con un programa más amplio de aranceles recíprocos, en virtud del cual Estados Unidos igualaría todos los gravámenes a productos estadounidenses impuestos por otros países.

“En ciertos casos, ambos”, dijo Trump cuando se le preguntó a bordo del Air Force One si impondría aranceles sectoriales y recíprocos el 2 de abril.

“Ellos nos cobran y nosotros les cobramos a ellos. Entonces, además de eso, sobre los automóviles, sobre el acero, sobre el aluminio, vamos a tener algunos más”, agregó.

(Editado en español por Carlos Serrano y Javier López de Lérida)