Por Jorge Otaola
BUENOS AIRES, 18 mar (Reuters) -El peso mayorista de Argentina continuó presionado a la baja el martes por una renovada recomposición de carteras inversoras a dólares, con una firme regulación del banco central (BCRA) dada la falta de precisiones sobre el acuerdo que el Gobierno negocia con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El propio ministro de Economía del país austral, Luis Caputo, reconoció que no se sabe la cifra extra que debería llegar como capital fresco al margen de la renegociación del millonario crédito vigente por 44.000 millones de dólares con el organismo multilateral.
Ese monto de dinero fresco aún “no está definido” ya que es una decisión del “directorio del Fondo”, dijo el funcionario este martes durante una entrevista televisiva.
Caputo rechazó cualquier posible salto devaluatorio y dijo que la política cambiaria que se coordine con el FMI “no va a afectar a la gente (…) Lo importante no es si se flota o no (en lo cambiario), sino hacerlo en las condiciones correctas porque si no, te va a ir mal”.
El presidente libertario Javier Milei firmó un decreto que remitió al Congreso en búsqueda de apoyo político a la nueva instancia ante el FMI, aunque la iniciativa fue criticada por la oposición porque no se revelaron los detalles de las negociaciones.
La moneda argentina interbancaria se devaluó un ligero 0,07% a 1.068,5 por dólar con la firme regulación del BCRA, entidad que debió vender en la jornada 215 millones de dólares y así perder en las últimas tres rondas 745 millones para calmar la demanda concreta de divisas ante los temores de una mayor caída a corto plazo.
En las plazas alternativas, el peso también cayó de manera lineal hasta casi un 3,7% a niveles de 1.299,4 unidades en el bursátil “CCL”, a 1.298,1 en el bancario dólar “MEP” y a 1.285 unidades en el informal (blue) con una brecha ampliada al 20,3% a mínimo en seis meses.
El Gobierno le restó importancia a la volatilidad cambiaria y nadie desde el BCRA se refirió al respecto.
“El mercado evidencia la incertidumbre respecto al esquema cambiario de los próximos meses, con dólares alternativos demandados (…) además de cierta presión en los precios de los contratos de dólar futuro, que muestran subas implícitas mayores al ‘crawling peg’ (devaluación controlada) de 1% mensual dispuesto por el Gobierno”, sostuvo Juan Franco, economista jefe de Grupo SBS.
“Estas incógnitas se develarán en el acuerdo con el FMI, pero en el corto plazo la mirada estará primero sobre qué termine sucediendo con el DNU (decreto) en el Congreso”, acotó.
Se dijo oficialmente que el dinero extra que aporte el FMI irá a las arcas del BCRA para reforzar sus reservas, que actualmente -haciendo el cálculo neto- siguen con saldo negativo, según especialistas del mercado.
El Gobierno se ha comprometido a que lo más pronto posible liberará el mercado cambiario, bajo el requisito de cumplirse pautas que no compliquen el programa de superávit fiscal y retracción de la inflación, con la idea de avalar el crecimiento de la economía.
Otro condicionante no menor frente a las decisiones del Ejecutivo es que este año hay elecciones nacionales de medio término, en las que una eventual devaluación de la moneda local podría jugar un papel fundamental por su potencial inflacionario.
En la bolsa de Buenos Aires, el referencial índice S&P Merval perdió un 2,46% como cierre provisorio y los bonos soberanos en la franja extrabursátil se movieron con un promedio errático del 0,2% positivo dadas las coberturas devaluatorias.
Esta tendencia general fue correlato de un riesgo país medido por el banco JP.Morgan que aumentaba 38 unidades a 787 puntos básicos (2000 GMT) y así retornar a máximos exhibidos a fines de febrero.
Este miércoles se conocerán los resultados del intercambio comercial de febrero (ICA) y la tendencia del Producto Interno Bruto (PIB) al cuarto trimestre del 2024, en momentos de una ligera aceleración inflacionaria (IPC).
“Según nuestras estimaciones, en el cuarto trimestre el PIB registró una variación interanual positiva por primera vez desde el primer trimestre de 2022. Esperamos un crecimiento del 1,8%, el más alto en los últimos nueve trimestres”, dijo Clara Alesina, economista de la Fundación Libertad y Progreso.
“Este repunte ya había sido anticipado por el (indicador) EMAE, que mostró una recuperación progresiva a lo largo de 2024”, acotó.
(Reporte de Jorge Otaola;colaboración de Hernán Nessi;Editado por Nicolás Misculin, Lucila Sigal y Maximilian Heath)