Por Luc Cohen
19 mar (Reuters) -Un juez estadounidense dijo que el Gobierno de Donald Trump podría enfrentar consecuencias si considera que ha violado su orden de bloquear temporalmente la deportación de cientos de migrantes venezolanos, pese a que le dio más tiempo para explicar las expulsiones.
El juez federal de distrito James Boasberg, de Washington, emitió una orden el miércoles en la que dijo que el Gobierno también podría invocar la doctrina de los secretos de Estado, que protege la información sensible de seguridad nacional para que no se divulgue en litigios civiles, y explicar el porqué.
El juez citó ejemplos de cómo el secretario de Estado, Marco Rubio, había revelado voluntariamente detalles de los vuelos en redes sociales, lo que pone en duda que el cumplimiento de la orden pondría en peligro la seguridad nacional.
El Gobierno de Donald Trump había dicho que el juez estaba interfiriendo indebidamente en la discreción presidencial para manejar asuntos diplomáticos y de seguridad nacional sensibles, la más reciente confrontación entre los poderes ejecutivo y judicial del gobierno de Estados Unidos.
La disputa ha suscitado la preocupación de que Trump esté ampliando aún más los límites del poder ejecutivo a expensas del poder judicial federal, que según la Constitución de los Estados Unidos es una rama independiente del Estado.
Los críticos de Trump y algunos expertos legales han expresado su preocupación por una crisis constitucional potencialmente inminente si su Gobierno desafía abiertamente las decisiones judiciales.
Boasberg no dijo cuáles serían las posibles consecuencias si descubriera que el Gobierno de Trump violó su orden de fin de semana que bloquea la deportación de cientos de presuntos miembros de bandas venezolanas en virtud de una ley del siglo XVIII.
El juez está tratando de determinar si el Gobierno violó su orden al no desviar tres aviones que transportaban a los deportados a El Salvador, donde están detenidos.
Trump pidió el martes la destitución de Boasberg, describiendo al juez como un “alborotador y agitador” de extrema izquierda. Boasberg fue nombrado por el expresidente demócrata Barack Obama.
Los comentarios del presidente provocaron una inusual declaración de John Roberts, miembro de la mayoría conservadora de 6-3 de la Corte, quien dijo que las apelaciones de las sentencias judiciales, no la destitución, eran la respuesta adecuada para mostrar su desacuerdo con la decisión de un juez.
(Reporte de Luc Cohen en Nueva York. Editado en español por Javier Leira y Javier López)