GAZA/EL CAIRO, 20 mar (Reuters) -Al menos 91 palestinos murieron y decenas resultaron heridos en ataques aéreos en Gaza el jueves, después de que Israel reanudara su campaña de bombardeos y las operaciones terrestres en el enclave, informó el Ministerio de Sanidad local, lo que supone el fin de la tregua.
Tras dos meses de relativa calma, los gazatíes volvieron a huir para salvar sus vidas después de que Israel abandonara de hecho el alto el fuego y lanzara una nueva campaña total por tierra y aire contra Hamás.
La aviación israelí lanzó panfletos sobre barrios residenciales, ordenando a la población que abandonara las localidades de Beit Lahiya y Beit Hanoun, en el norte, el distrito de Shejaia, en la ciudad de Gaza, y las localidades de la periferia oriental de Jan Yunis, en el sur.
“Ha vuelto la guerra, han vuelto los desplazamientos y la muerte, ¿sobreviviremos a esta situación?”, dijo Samed Sami, de 29 años, que huyó de Shejaia para montar una tienda de campaña para su familia en un campamento en campo abierto.
Un día después de enviar tanques al centro de Gaza, el Ejército israelí dijo el jueves que también había comenzado a llevar a cabo operaciones terrestres en el norte del enclave densamente poblado, a lo largo de la ruta costera en Beit Lahiya.
Hamás, que no había tomado represalias durante las primeras 48 horas del renovado asalto, dijo que sus combatientes dispararon cohetes contra Israel. El Ejército israelí dijo que sonaron sirenas en el centro del país tras el lanzamiento de proyectiles desde Gaza.
Médicos palestinos afirmaron que los ataques israelíes alcanzaron varias casas en el norte y el sur de la Franja de Gaza.
CENTENARES DE MUERTOS
Desde el martes, los ataques aéreos han matado a más de 500 palestinos, de los cuales más de la mitad son mujeres y niños, dijo el responsable de salud a Reuters.
Hamás dijo que la operación terrestre y la incursión en el corredor Netzarim eran una “nueva y peligrosa violación” del acuerdo de alto el fuego. En un comunicado, el grupo reafirmó su compromiso con el acuerdo y pidió a los mediadores que “asuman sus responsabilidades”.
En declaraciones a Reuters el jueves, un alto cargo de Hamás dijo que los mediadores habían intensificado sus esfuerzos con las dos partes en conflicto, pero añadió que “aún no se ha logrado ningún avance”.
Para Israel, una vuelta a la guerra en toda regla podría resultar complicada, afirman algunos funcionarios y ex funcionarios, en medio de la disminución del apoyo público al conflicto y el agotamiento entre los reservistas militares.
Parte del pueblo israelí acusa a Netanyahu de continuar la guerra por motivos políticos y de poner en peligro la vida de los rehenes que quedan.
A principios de este mes finalizó una primera fase temporal del alto el fuego. Hamás quiere pasar a una segunda fase acordada, según la cual Israel tendría que negociar el fin de la guerra y la retirada de sus tropas de Gaza, y los rehenes israelíes aún retenidos allí serían canjeados por prisioneros palestinos.
Israel sólo ha ofrecido una prórroga temporal de la tregua, ha cortado todos los suministros a Gaza y ha dicho que estaba reanudando su campaña militar para obligar a Hamás a liberar a los rehenes restantes.
La guerra comenzó después de que milicianos de Hamás atacaran comunidades israelíes el 7 de octubre de 2023, matando a 1.200 personas y tomando más de 250 rehenes, según los recuentos israelíes.
Más de 49.000 palestinos han muerto en el conflicto subsiguiente, según las autoridades sanitarias de Gaza, y el enclave se ha reducido a escombros.
(Información de Nidal al Mughrabi en El Cairo; editado en español por Benjamín Mejías Valencia y Javier Leira)
