BOGOTÁ, 27 mar (Reuters) – Las víctimas por la explosión de minas y otros artefactos en Colombia aumentaron un 89% durante el 2024 en medio de la intensificación del conflicto armado y la expansión territorial de los grupos armados ilegales, informó el jueves el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Durante el año pasado el CICR reportó 719 personas muertas y heridas por artefactos explosivos, la cifra más alta en los últimos ocho años, y por encima de las 380 víctimas del 2023.
El aumento de las víctimas coincide con el uso de drones por parte de grupos armados ilegales como las disidencias de las FARC para lanzar explosivos y atacar a las Fuerzas Armadas en zonas como el departamento del Cauca, en el suroeste del país, una región clave para la producción y el tráfico de cocaína, de acuerdo con el Ministerio de Defensa.
El mayor número de víctimas “muestra la falta de respeto al derecho internacional humanitario” por parte de los grupos armados ilegales que en todo caso deben tener en cuenta los principios de distinción, proporcionalidad y precaución, dijo el jefe de la misión del CICR en Colombia, Patrick Hamilton.
De las 719 víctimas en el 2024, 457 resultaron muertas o heridas por artefactos explosivos lanzados o de detonación controlada y las restantes 262 por minas y residuos de explosivos, precisó el informe del organismo humanitario.
“Los artefactos explosivos lanzados (…) afectan directamente a la población y a bienes civiles, especialmente cuando no se garantiza la precisión en los ataques o no se distingue entre objetivos militares y personas civiles”, sostuvo el informe.
El país sudamericano fue considerado como uno de los más afectados a nivel mundial por accidentes con minas antipersonales, con 715 municipios contaminados, más de la mitad de los 1.122, aunque 523 ya fueron declarados libres.
Las minas, usadas por la guerrilla izquierdista y las bandas criminales para evitar el avance de las Fuerzas Armadas, han dejado 2.361 muertos y 10.179 heridos desde 1990, según estadísticas oficiales del Gobierno.
Un acuerdo de paz firmado en 2016 con la desmovilizada guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para acabar un conflicto de más de medio siglo que ha dejado 450.000 muertos, permitió acelerar las labores de desminado de brigadas militares y organizaciones civiles en zonas selváticas y montañosas del país.
(Reporte de Luis Jaime Acosta)