TOKIO, 7 abr (Reuters) – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió a los países extranjeros que tendrían que pagar “mucho dinero” para levantar los aranceles generalizados, calificándolos de “medicina” y desencadenando una nueva debacle en los mercados financieros mundiales el lunes.
Las bolsas asiáticas sucumbían y los futuros de la bolsa estadounidense cotizaban con fuertes caídas, en un momento en que los inversores temen que los aranceles de Trump provoquen un aumento de los precios, un debilitamiento de la demanda y, potencialmente, una recesión mundial.
En declaraciones a los periodistas a bordo del avión presidencial el domingo, Trump indicó que no estaba preocupado por las pérdidas que ya han eliminado billones de dólares en valor de los mercados de valores de todo el mundo.
“No quiero que nada se hunda. Pero a veces hay que tomar medicinas para arreglar algo”, dijo a su regreso de un fin de semana de golf en Florida.
Trump dijo que había hablado con líderes de Europa y Asia durante el fin de semana, que esperan convencerle de que rebaje los aranceles de hasta el 50% que entrarán en vigor esta semana.
“Están viniendo a la mesa. Quieren hablar, pero no hay conversación a menos que nos paguen mucho dinero al año”, dijo Trump.
El aluvión de aranceles anunciado por Trump la semana pasada fue recibido con la condena de otros líderes y desencadenó gravámenes de represalia por parte de China, la segunda economía mundial.
El multimillonario gestor de fondos Bill Ackman, que apoyó la candidatura de Trump a la presidencia, pidió que se detuvieran los aranceles para evitar una “guerra nuclear económica”.
Inversores y líderes políticos han tenido dificultades para determinar si los aranceles de Trump son parte de un nuevo régimen permanente o una táctica de negociación para obtener concesiones de otros países.
En las tertulias matinales del domingo, los principales asesores económicos de Trump trataron de presentar los aranceles como un inteligente reposicionamiento de Estados Unidos en el orden comercial mundial.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, dijo que más de 50 países habían iniciado negociaciones con Estados Unidos desde el anuncio del pasado miércoles. El secretario de Comercio, Howard Lutnick, dijo que los aranceles se mantendrían “durante días y semanas”.
Japón, uno de los aliados más estrechos de Washington en Asia, se encuentra entre los países que esperan alcanzar algún acuerdo, pero su líder, Shigeru Ishiba, dijo el lunes que los resultados “no llegarán de la noche a la mañana”.
Los inversores, sin embargo, no se quedan de brazos cruzados.
Mientras Ishiba hablaba en el parlamento, el Nikkei de Tokio se desplomaba a su nivel más bajo en un año y medio, liderado por los bancos del país —algunos de los mayores bancos del mundo por activos—, que han perdido casi una cuarta parte de su valor de mercado en las tres últimas jornadas bursátiles.
Las ventas generalizadas del lunes, en las que también descendían los precios mundiales del petróleo, ocurrían mientras los inversores apostaban a que el creciente riesgo de recesión podría llevar a un recorte de los tipos de interés estadounidenses ya en mayo.
El asesor económico de la Casa Blanca, Kevin Hassett, trató de disipar las preocupaciones de que los aranceles formaran parte de una estrategia para presionar a la Reserva Federal de EEUU a bajar los tipos de interés, diciendo que no habría “coacción política” sobre el banco central.
Los economistas de JP Morgan estiman ahora que los aranceles harán que el producto interior bruto (PIB) de EEUU de todo el año disminuya un 0,3%, frente a una estimación anterior de crecimiento del 1,3%.
Goldman Sachs dijo que los aranceles podrían reducir el crecimiento del PIB en China en al menos 0,7% puntos porcentuales este año y acelerar la relajación fiscal.
Los dos bancos de Wall Street sitúan ahora el riesgo de recesión mundial en el 60% y el 45%, respectivamente.
(Información de Trevor Hunnicutt, Jarrett Renshaw, Daphe Psaledakis, Steve Holland, Douglas Gillison, Ted Hesson, Kanishka Singh y Susan Heavey en Washington; Tom Westbrook en Singapur; Ben Blanchard en Taipéi; Sara Rossi en Verona; Khanh Vu y Francesco Guarascio en Hanói; y Shivangi Acharya y Aftab Ahmed en Nueva Delhi; escrito por Andy Sullivan y John Geddie; editado por Lincoln Feast; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)