BUENOS AIRES, 7 abr (Reuters) -Los activos de Argentina volvieron a caer el lunes y el riesgo país subió fuerte, por tercera jornada consecutiva, golpeados por una marcada aversión global al riesgo tras nuevos aranceles a las importaciones dispuestos por Estados Unidos, generando temores de una guerra comercial mundial y una recesión.
El anuncio del presidente Donald Trump de imponer aranceles la semana pasada sacudió las economías de todo el mundo, desencadenando gravámenes de represalia por parte de China.
El riesgo país de Argentina medido por el banco JP.Morgan subía 61 unidades a 979 puntos básicos, niveles similares a los anotados a inicio de noviembre de 2024, afectado por la baja en los bonos soberanos, que cotizaron con una merma promedio del 1% en la plaza extrabursátil de Buenos Aires.
Por su parte, el índice accionario líder S&P Merval porteño perdió un selectivo 3,88% como cierre provisorio, tras derrumbarse un 7,38% el viernes y un 3,34% el jueves, en línea con la tendencia de los ADRs locales en la plaza de Nueva York.
“Tormenta Perfecta”, resumió el economista Roberto Geretto de Adcap y señaló que “la guerra comercial de Trump perjudica al país por partida doble. Desde el lado comercial vía caída del precio de los ‘commodities’, y desde el lado financiero por mayor ‘flight to quality’ (refugio)”.
“En esta situación, un tipo de cambio de equilibrio ahora es mayor al que hubiéramos tenido antes. Y todo en el medio de una negociación con el FMI (Fondo Monetario Internacional)”, agregó.
Argentina busca cerrar un acuerdo con el FMI por 20.000 millones de dólares, situación que le daría una mayor solvencia al banco central (BCRA) en camino a la liberación del mercado de cambios.
El peso interbancario mantuvo una controlada depreciación del 1% mensual al cotizar a 1.075,5 unidades por dólar, aunque en la ronda informal presentó una importante baja ante compras de divisas a modo de coberturas.
La cotización de la moneda en la reducida pero referencial plaza marginal (blue) cayó un 2,6% a 1.340 por dólar, niveles similares a los anotados en agosto de 2024.
“La debilidad de las monedas emergentes también debería incidir en la política cambiaria del Gobierno, que en los papeles se mantiene sin cambios pese al nuevo contexto global, pero que en algún momento de 2025 debería ajustarse”, estimó Max Capital.
La semana pasada, el BCRA debió desprenderse de 131 millones de dólares de sus reservas para abastecer la demanda genuina del mercado, en momentos en que el complejo agroexportador totalizó ventas por 465,197 millones en el mismo período, dijo Gustavo Quintana de PR Corredores de Cambio.
Los negocios cambiarios en las franjas alternativas se pactaron en baja a 1.363,1 unidades en el bursátil “CCL” y a 1.366,2 en el denominado dólar “MEP”.
“Es clave que el nuevo acuerdo con el FMI genere un puente creíble para el mercado en términos de la futura política cambiaria y estabilice nuevamente las expectativas para el sendero del tipo de cambio”, dijo Nicolás Max, del agente de liquidación y compensación Criteria.
“El objetivo último es recuperar el acceso a los mercados voluntarios de crédito vía baja sostenida del riesgo país, que permita refinanciar los vencimientos externos sin recurrir al drenaje continuo de reservas”, señaló.
En el contexto político local, la derrota del presidente Javier Milei en el Senado ante tras rechazo al nombramiento de dos jueces para la Corte Suprema de Justicia crea tensiones y dudas de cara a las próximas elecciones de medio término.
Por su parte, la Confederación General del Trabajo (CGT) anunció para el jueves una huelga general de 24 horas en protesta por el plan de ajuste económico y apertura comercial del presidente Milei.
(Reporte de Walter Bianchi;colaboración de Hernán Nessi y Jorge Otaola;Editado por Maximilian Heath)