Por Trevor Hunnicutt
A BORDO DEL AIR FORCE ONE, 6 abr (Reuters) -El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el domingo que los gobiernos extranjeros tendrían que pagar “mucho dinero” para levantar los aranceles generalizados que calificó de “medicina”, mientras los mercados financieros indicaban que podría avecinarse otra semana de fuertes pérdidas.
En declaraciones a periodistas a bordo del Air Force One, Trump dijo que no estaba preocupado por las pérdidas del mercado, que ya ha borrado casi 6 billones de dólares del valor de las acciones estadounidenses.
“No quiero que nada baje. Pero a veces hay que tomar medicinas para arreglar algo”, dijo.
Trump dijo que había hablado con líderes de Europa y Asia durante el fin de semana, que esperan convencerle de que rebaje los aranceles de hasta el 50 por ciento que deben entrar en vigor esta semana.
“Están viniendo a la mesa. Quieren hablar, pero no hay conversación a menos que nos paguen mucho dinero al año”, dijo Trump.
El anuncio de Trump de imponer aranceles la semana pasada sacudió las economías de todo el mundo, desencadenando gravámenes de represalia por parte de China y desatando temores de una guerra comercial mundial y una recesión.
En las programas matinales de televisión de los domingos, los principales asesores económicos de Trump trataron de presentar los aranceles como un inteligente reposicionamiento de Estados Unidos en el orden comercial mundial. También trataron de minimizar los impactos económicos de la puesta en marcha de la semana pasada. Los futuros bursátiles de Wall Street abrieron a la baja el domingo, en una señal de nuevas turbulencias.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, dijo que más de 50 países habían iniciado negociaciones con Estados Unidos desde el anuncio del miércoles pasado. “Ha creado el máximo apalancamiento para sí mismo”, dijo Bessent en el programa “Meet the Press” de NBC News.
Ni Bessent ni los demás funcionarios nombraron a los países ni ofrecieron detalles sobre las conversaciones. Pero negociar simultáneamente con múltiples gobiernos podría suponer un desafío logístico para el Gobierno de Trump y prolongar la incertidumbre económica.
Bessent dijo que no había “ninguna razón” para anticipar una recesión, citando un crecimiento del empleo en Estados Unidos más fuerte de lo previsto el mes pasado, antes de que se anunciaran los aranceles.
Los economistas de JPMorgan estiman ahora que los aranceles harán que el Producto Interno Bruto de Estados Unidos en todo el año disminuya un 0,3%, por debajo de una estimación anterior de crecimiento del 1,3%, y que la tasa de desempleo suba al 5,3% desde el 4,2% actual.
El presidente republicano pasó el fin de semana en Florida, jugando al golf y publicando un video de su golpe en las redes sociales el domingo.
NEGOCIACIÓN ARANCELARIA
Los agentes de aduanas estadounidenses empezaron a cobrar el sábado el arancel unilateral de Trump del 10% sobre todas las importaciones de muchos países. El miércoles a las 12:01 a.m. hora del este (0401 GMT) entrarán en vigor tasas arancelarias “recíprocas” más altas del 11% al 50% sobre países individuales.
Algunos gobiernos ya han mostrado su disposición a colaborar con Estados Unidos para evitar los aranceles.
El presidente de Taiwán, Lai Ching-te, ofreció el domingo arancel cero como base para las conversaciones con Estados Unidos, prometiendo eliminar las barreras comerciales y afirmando que las empresas taiwanesas aumentarán sus inversiones en Estados Unidos.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que buscaría una exención de un arancel del 17% sobre los bienes del país durante una reunión prevista con Trump el lunes.
Un funcionario del Gobierno indio dijo a Reuters que el país no planea tomar represalias contra un arancel del 26% y dijo que había conversaciones en curso con Estados Unidos sobre un posible acuerdo.
En Italia, la primera ministra, Giorgia Meloni, aliada de Trump, se comprometió el domingo a proteger a las empresas perjudicadas por un arancel previsto del 20% sobre los productos procedentes de la Unión Europea.
Los productores de vino italianos y los importadores estadounidenses presentes el domingo en una feria del vino en Verona dijeron que el negocio ya se había ralentizado y temían un daño más duradero.
NO HAY ESTRATEGIA PARA HUNDIR LA BOLSA
Los mercados, sacudidos por los aranceles, se enfrentan a otra semana de posibles turbulencias tras la peor semana para las acciones estadounidenses desde el inicio de la crisis del COVID-19 hace cinco años.
El índice S&P 1500, una de las medidas más amplias del mercado estadounidense, ha sufrido un descalabro de casi 10 billones de dólares desde mediados de febrero, lo que supone un duro golpe para los ahorros para la jubilación de millones de estadounidenses.
El asesor económico de la Casa Blanca, Kevin Hassett, negó que los aranceles formaran parte de una estrategia de Trump para hundir los mercados financieros con el fin de presionar a la Reserva Federal estadounidense para que recorte las tasas de interés. Dijo que no habría “coacción política” sobre el banco central.
En una publicación en Truth Social el viernes, Trump compartió un video que sugería que sus aranceles pretendían golpear el mercado de valores a propósito en un intento de forzar la bajada de las tasas de interés.
La publicación en las redes sociales avivó el debate mundial sobre si los aranceles de Trump eran parte de un nuevo régimen arancelario permanente o simplemente una táctica de negociación que podría llevar a que los aranceles se suavizaran mediante concesiones por parte de otros países.
(Reporte de Trevor Hunnicutt, Jarrett Renshaw, Daphe Psaledakis, Steve Holland, Douglas Gillison, Ted Hesson, Kanishka Singh y Susan Heavey en Washington; Ben Blanchard en Taipéi; Sara Rossi en Verona, Italia; Khanh Vu y Francesco Guarascio en Hanói; y Shivangi Acharya y Aftab Ahmed en Nueva Delhi; Escrito por Andy Sullivan y Ted Hesson; Editado en Español por Ricardo Figueroa)