BUDAPEST, 14 abr (Reuters) – El partido gobernante de Hungría, Fidesz, se dispone a aprobar el lunes en el Parlamento cambios constitucionales dirigidos contra el colectivo LGTBIQ+ y lo que el Gobierno califica de “redes de presión política financiadas desde el extranjero” que socavan la soberanía del país.
El primer ministro nacionalista, Viktor Orban, en el poder desde 2010, se enfrenta a unas elecciones en 2026 con la economía en dificultades y un nuevo partido de la oposición que plantea el desafío más fuerte hasta ahora a su Gobierno. Según algunos analistas, las enmiendas constitucionales forman parte de la campaña política de Orban para reforzar su base de votantes y atraer votos de la extrema derecha.
Orban ha prometido tomar medidas enérgicas contra la financiación extranjera de medios de comunicación independientes y organizaciones no gubernamentales de Hungría, al mismo tiempo que ha intensificado su campaña política contra la comunidad LGTBIQ+.
Las enmiendas constitucionales, que se espera que se aprueben fácilmente el lunes debido a la mayoría de dos tercios del Fidesz y con el posible apoyo de los parlamentarios de extrema derecha, hacen hincapié en la protección del desarrollo físico y moral de los niños por encima de todos los demás derechos.
“Los parlamentarios del Gobierno ven este cambio como una salvaguarda constitucional contra las influencias ideológicas que, según ellos, amenazan el bienestar de los niños, en particular en el contexto de acontecimientos tales como los desfiles del Orgullo”, dijo el portavoz del Gobierno, Zoltan Kovacs, en la red social X antes de la votación, prevista para después de las 1500 GMT.
Los cambios también consagrarán en la Constitución que Hungría solo reconoce dos sexos, masculino y femenino, en consonancia con la agenda cristiano-conservadora de Orban.
La enmienda del lunes respalda la legislación aprobada el 18 de marzo que prohíbe la marcha anual del Orgullo, restringiendo de hecho la libertad de reunión, y ha desencadenado protestas contra los cambios acelerados por Fidesz, el partido de Orban. Fidesz afirmó que el acto podría considerarse perjudicial para los niños y que protegerlos prevalecería sobre el derecho de reunión.
La comunidad LGTB lleva años en el punto de mira del partido gobernante, según afirmaron los organizadores del Orgullo en una petición publicada en su página web. Dijeron que si el partido del Gobierno intenta prohibir una manifestación por los derechos de las personas LGTB, no hay garantía de que no prohíban las protestas pacíficas de otros grupos la próxima vez.
Otra de las enmiendas del lunes dice que la ciudadanía de los nacionales húngaros que también sean ciudadanos de otro país no perteneciente a la UE “podrá ser suspendida por un plazo fijo”.
“Este cambio forma parte de un esfuerzo más amplio para contrarrestar lo que los representantes describen como redes de presión política financiadas desde el extranjero que socavan la democracia y la soberanía húngaras”, dijo el portavoz del Gobierno en su publicación.
(Información de Krisztina Than y Anita Komuves; edición de Sharon Singleton; edición en español de María Bayarri Cárdenas)