Por Howard Schneider
WASHINGTON, 14 abr (Reuters) – Las políticas arancelarias del Gobierno son un gran golpe para la economía estadounidense que podría llevar a la Reserva Federal a recortar las tasas de interés para evitar una recesión incluso si la inflación sigue alta, o podrían no dejar una huella duradera si son una herramienta de negociación, dijo el lunes el gobernador de la Fed, Christopher Waller.
Al analizar las alternativas, dijo Waller, la Reserva Federal por ahora se encuentra dividida entre una senda en la que la economía puede “ralentizarse hasta el agotamiento” y el desempleo aumentar hasta el 5%, y otra que parece poco diferente de lo que era hace unas semanas.
Si el conjunto completo de aranceles planeados por el presidente Donald Trump sigue en vigor, el impacto sobre la inflación aún puede ser temporal, dijo Waller, pero los “efectos sobre la producción y el empleo podrían ser más duraderos (…) Si la desaceleración es significativa e incluso amenaza con una recesión, entonces esperaría estar a favor de recortar la (…) tasa de política antes, y en mayor medida de lo que había pensado anteriormente”.
“Con una economía en rápida desaceleración, incluso si la inflación se sitúa muy por encima del 2%, espero que el riesgo de recesión supere al riesgo de una escalada de la inflación, especialmente si se espera que los efectos de los aranceles en el aumento de la inflación sean de corta duración”, dijo.
Por el contrario, si las eventuales negociaciones limitan los aranceles a un promedio en torno al 10%, “las perspectivas para la política monetaria podrían no parecer muy diferentes de las que había antes del 1 de marzo”, antes de la última reunión de la Reserva Federal y del grueso de los anuncios arancelarios, dijo Waller.
“Con un efecto arancelario bastante pequeño sobre la inflación, yo esperaría que la inflación siguiera su camino hacia nuestro objetivo del 2%. En este caso, las ‘buenas noticias’ de recortes de tasas están muy sobre la mesa en la segunda mitad de este año”.
En ese caso, dijo, una economía que inició el año con una base sólida podría ralentizarse, pero no de forma tan drástica o persistente como si los aranceles se mantuvieran, como se propone, en un promedio tan alto como el 25%.
Waller subrayó en declaraciones preparadas para la Sociedad de Analistas Financieros Certificados de San Luis que parte del dilema para la Reserva Federal es saber hacia dónde se dirige el Gobierno.
“La nueva política arancelaria es uno de los mayores golpes que han afectado a la economía estadounidense en muchas décadas”, dijo Waller. “Dado que todavía hay tanta incertidumbre (…) he luchado, como muchos otros con los que he hablado, para encajar estas diversas posibilidades en una sola visión coherente de las perspectivas”.
En marzo, la Reserva Federal mantuvo la tasa de interés oficial entre el 4,25% y el 4,5%, y sigue previendo tres recortes de un cuarto de punto este año.
Pero los funcionarios también han dicho que la política arancelaria, a la que Waller se refirió como el “elefante en la habitación” de las discusiones de la Fed, había hecho que incluso las perspectivas a corto plazo fueran impredecibles.
(Reporte de Howard Schneider; Editado en Español por Ricardo Figueroa)