PEKÍN, 16 abr (Reuters) – El crecimiento económico de China en el primer trimestre superó las expectativas, respaldado por el sólido consumo y la producción industrial, a pesar de que los dirigentes económicos se preparan para el impacto de los aranceles estadounidenses, que según analistas suponen el mayor riesgo para la potencia asiática en décadas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha aumentado los aranceles sobre los productos chinos a niveles exorbitantes, lo que ha llevado a Pekín a imponer aranceles de represalia sobre las importaciones estadounidenses en una guerra comercial cada vez más intensa entre las dos mayores economías del mundo y que los mercados temen que conduzca a una recesión mundial.
Los datos del miércoles mostraron que el producto interior bruto (PIB) de China creció un 5,4% en el trimestre enero-marzo respecto al año anterior, sin cambios respecto al cuarto trimestre, pero por encima de las expectativas de los analistas de una encuesta de Reuters, que estimaban un aumento del 5,1%.
Sin embargo, se espera que las perspectivas se ensombrezcan a medida que el choque arancelario de Washington afecte al motor crucial de las exportaciones, lo que incrementa la presión sobre los dirigentes chinos mientras intentan mantener estable la segunda mayor economía del mundo y evitar la pérdida masiva de puestos de trabajo.
El estímulo gubernamental impulsó el consumo y apoyó la inversión, dijo Xu Tianchen, economista de Economist Intelligence Unit, que calificó el ritmo del 5,4% como “un muy buen comienzo.”
“En cada uno de los dos últimos años, China tuvo un primer trimestre brillante y un segundo trimestre decepcionante”, dijo Xu, que añadió que se necesita “una respuesta con medidas contundentes y oportunas”, dada la presión adicional derivada de los aranceles estadounidenses.
Una serie de datos recientes ha apuntado a una recuperación económica desigual, con unos préstamos bancarios que han superado las expectativas y una aceleración de la actividad fabril. Sin embargo, el aumento del desempleo y las persistentes presiones deflacionistas sostienen la preocupación por la debilidad de la demanda.
Además, los analistas afirman que el aumento de las exportaciones chinas en marzo —impulsado por las fábricas que apresuraron los envíos para evitar los últimos aranceles de Trump— se revertirá bruscamente en los próximos meses a medida que entren en vigor los fuertes gravámenes estadounidenses.
Para 2025, se espera que la economía crezca a un tenue ritmo del 4,5% interanual, según el sondeo de Reuters, ralentizándose desde el ritmo del 5,0% del año pasado y por debajo del objetivo oficial de alrededor del 5,0%. Muchos analistas han recortado drásticamente sus previsiones de PIB para este año.
(Información de Kevin Yao; edición de Shri Navaratnam; edición en español de Jorge Ollero Castela)