EL CAIRO, 16 abr (Reuters) – Gaza se ha convertido en una “fosa común” para los palestinos y para quienes intentan ayudarlos, dijo el miércoles la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF), mientras los médicos afirmaban que el ejército israelí había matado al menos a 13 personas en el norte del enclave y seguía demoliendo casas en Ráfah, en el sur.
Según los médicos palestinos, un ataque aéreo mató a 10 personas, entre ellas la conocida escritora y fotógrafa Fatema Hassouna, cuyo trabajo ha reflejado la lucha a la que se ha enfrentado su comunidad en la ciudad de Gaza durante la guerra. Un ataque contra otra casa más al norte mató a tres personas, dijeron.
El ejército israelí no hizo ningún comentario.
En Ráfah, en el sur de la Franja de Gaza, los residentes dijeron que el ejército israelí demolió más casas en la ciudad, que ha pasado a estar bajo control israelí en los últimos días en lo que los líderes israelíes dijeron que era una expansión de las zonas de seguridad en Gaza para presionar más a Hamás y que así libere a los rehenes restantes.
“Gaza se ha convertido en una fosa común de palestinos y de quienes acuden en su ayuda. Estamos siendo testigos en tiempo real de la destrucción y el desplazamiento forzoso de toda la población de Gaza”, afirmó en un comunicado Amande Bazerolle, coordinadora de emergencias de Médicos Sin Fronteras en Gaza.
“Sin ningún lugar seguro para los palestinos o para quienes intentan ayudarles, la respuesta humanitaria está sufriendo serios problemas bajo el peso de la inseguridad y la crítica escasez de suministros, dejando a la gente con pocas opciones, si es que hay alguna, para acceder a la atención médica.”
Los esfuerzos de los mediadores Egipto, Qatar y Estados Unidos por restablecer el caduco alto el fuego en Gaza y liberar a los rehenes israelíes han fracasado con Israel y el grupo miliciano palestino Hamás al bloquear sus posturas.
Hamás afirma que quiere pasar a la segunda fase del acuerdo de alto el fuego de enero, en la que se debatiría la retirada de Israel de Gaza y el fin de la guerra, que estalló cuando milicianos de Hamás asaltaron Israel el 7 de octubre de 2023. Israel afirma que la guerra sólo puede terminar cuando Hamás sea derrotado.
SUMINISTROS ESENCIALES
El Ministerio de Sanidad de Gaza, dirigido por Hamás, ha dicho que la suspensión por parte de Israel de la entrada de combustible y suministros médicos y alimentarios desde principios de marzo ha comenzado a obstaculizar el trabajo de los pocos hospitales que siguen funcionando y que los suministros médicos se están agotando.
“Cientos de pacientes y heridos carecen de medicamentos esenciales y su sufrimiento está empeorando debido al cierre de los pasos fronterizos”, dijo el ministerio.
Israel dijo que las medidas punitivas estaban destinadas a mantener la presión sobre Hamás, mientras que la facción islamista las condenó como “castigo colectivo”.
Desde que reanudó su ofensiva militar en marzo, tras dos meses de relativa calma, las fuerzas israelíes han matado a más de 1.600 palestinos, según las autoridades sanitarias de Gaza. La campaña militar ha desplazado a cientos de miles de personas y ha bloqueado todos los suministros que entran en el enclave.
Mientras tanto, 59 rehenes israelíes siguen en manos de los milicianos. Israel cree que 24 de ellos están vivos.
La guerra se desencadenó por el ataque de Hamás en octubre de 2023 contra el sur de Israel, en el que murieron 1.200 personas y 251 fueron tomadas como rehenes en Gaza, según los recuentos israelíes.
Desde entonces, al menos 51.000 palestinos han muerto en la ofensiva israelí, según las autoridades sanitarias locales.
(Información y redacción de Nidal al-Mughrabi; edición de Ros Russell; edición en español de María Bayarri Cárdenas)