Por David Lawder y Trevor Hunnicutt
WASHINGTON, 23 abr (Reuters) – El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, dijo el miércoles que los elevados aranceles a China no son sostenibles, en un momento en que el gobierno del presidente Donald Trump se mostró abierto a desescalar una guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo que ha generado temores de recesión.
Las acciones estadounidenses subían en la sesión por las esperanzas de que los dos países puedan reducir las fuertes barreras comerciales que han erigido en el último mes, aunque no hubo señales de que las negociaciones vayan a comenzar pronto.
Bessent dijo que los aranceles -145% sobre productos chinos y 125% sobre bienes estadounidenses- tendrán que bajar antes de que las conversaciones comerciales puedan proceder, pero indicó que Trump no hará ese movimiento de manera unilateral.
“Ninguna de las partes cree que estos sean niveles sostenibles. Como dije ayer, esto equivale a un embargo y una ruptura comercial entre los dos países no conviene a nadie”, dijo Bessent a la prensa.
The Wall Street Journal informó que la Casa Blanca está evaluando reducir a un 50% los aranceles sobre las importaciones chinas en un intento de rebajar las tensiones. Un portavoz de la Casa Blanca descartó cualquier información como “pura especulación” y señaló que las noticias sobre los aranceles vendrán del propio Trump.
El mandatario dijo a los medios que “vamos a llegar a un acuerdo justo con China”, pero no dio detalles concretos.
Los niveles arancelarios esbozados en el informe del Journal probablemente seguirían siendo lo suficientemente altos como para disuadir a una parte significativa del comercio entre las dos mayores economías del mundo. La naviera alemana Hapag-Lloyd dijo el miércoles que el 30% de sus envíos a Estados Unidos desde China han sido cancelados.
Las conversaciones por separado entre ambos países para hacer frente a la epidemia de fentanilo no han dado resultados hasta ahora, según las fuentes.
La aparente suavización de la postura de Washington sobre los aranceles a China fue una señal bienvenida para los mercados golpeados por las erráticas políticas comerciales de Trump. El índice referencial S&P 500 subía un 1,85% en la sesión, aunque seguía más de un 12% por debajo de su cierre récord de febrero.
“Se trata de toda la incertidumbre política y sobre las políticas y lo que podría significar para la economía a corto plazo”, dijo Jim Baird, de Plante Moran Financial Advisors.
Bessent afirmó que el tercer trimestre de este año es una “estimación razonable” para lograr claridad sobre el nivel final de los aranceles de Trump.
Además de los elevados aranceles a China, Trump también impuso un gravamen general del 10% a las demás importaciones estadounidenses y tasas más altas al acero, el aluminio y los automóviles.
Asimismo, suspendió los recargos específicos sobre docenas de otros países hasta el 9 de julio y propuso gravámenes adicionales específicos para la industria farmacéutica y de semiconductores. Esto ha agitado los mercados financieros y ha hecho temer una recesión.
La Unión Europea, a la que Trump ha amenazado con imponer aranceles del 20%, responderá con contramedidas si no puede llegar a un acuerdo con Estados Unidos antes de la fecha límite del 9 de julio, dijo el miércoles el comisario de Economía del bloque, Valdis Dombrovskis.
El Fondo Monetario Internacional dijo el miércoles que los aranceles ralentizarán el crecimiento y elevarán la deuda en todo el mundo. Según S&P Global, la actividad empresarial estadounidense se ralentizó en abril a su nivel más bajo en 16 meses, mientras que los precios cobrados por bienes y servicios se dispararon.
(Reporte de Andy Sullivan; editado en español por Carlos Serrano)