Por Fayaz Bukhari
SRINAGAR, India, 23 abr (Reuters) -India anunció el miércoles una serie de medidas que cortan algunos lazos con Pakistán, un día después de que presuntos militantes mataron a 26 hombres en un destino turístico de Cachemira, en el que ha sido el peor ataque contra civiles en el país en casi dos décadas.
El ministro de Asuntos Exteriores indio, Vikram Misri, dijo en una rueda de prensa que los vínculos transfronterizos del atentado se habían “puesto de manifiesto” en una reunión especial del gabinete de seguridad, tras la cual se decidió actuar contra Pakistán.
Nueva Delhi, dijo Misri, suspenderá con efecto inmediato un tratado fluvial que permite compartir las aguas del Indo entre ambos países.
Los asesores de defensa de la alta comisión pakistaní en Nueva Delhi fueron declarados personas no gratas y se les pidió que se marcharan, dijo Misri, quien agregó que la dotación total de la alta comisión india en Islamabad se reducirá de 55 a 30 personas.
El principal puesto de control fronterizo entre los dos países se cerrará con efecto inmediato y los ciudadanos paquistaníes no podrán viajar a India con visados especiales, dijo Misri.
Al menos 17 personas resultaron también heridas en el tiroteo en el valle de Baisaran, en la zona de Pahalgam, en el pintoresco territorio federal himalayo de Jammu y Cachemira. Entre los muertos había 25 indios y un nepalí, según la policía.
Ha sido el peor ataque contra civiles en India desde el tiroteo de Bombay de 2008, y ha roto la relativa calma que reinaba en Cachemira, donde el turismo ha experimentado un auge a medida que la insurgencia antiindia ha disminuido en los últimos años.
Un grupo militante poco conocido, la “Resistencia de Cachemira”, reivindicó la autoría del atentado en un mensaje en redes sociales, en el que expresó su descontento porque más de 85.000 “forasteros” se hayan asentado en la región, provocando un “cambio demográfico”.
Las agencias de seguridad indias afirman que Resistencia Cachemira, también conocida como Frente de Resistencia, es una tapadera de organizaciones militantes de Pakistán, como Lashkar-e-Taiba e Hizbul Mujahideen.
Pakistán niega las acusaciones de apoyar la violencia militante en Cachemira y afirma que solo proporciona apoyo moral, político y diplomático a la insurgencia en la zona.
(Información de Fayaz Bukhari; Información adicional de Nigam Prusty en Nueva Delhi, Sudipto Ganguly y Shilpa Jamkhandikar en Mumbai, y Charlotte Greenfield en Islamabad; redacción de YP Rajesh; edición de Muralikumar Anantharaman y Raju Gopalakrishnan; edición en español de María Bayarri Cárdenas y Javier López de Lérida)