Víctimas de abusos quieren que el próximo Papa se tome en serio la “tolerancia cero”

Por Alvise Armellini

ROMA, 30 abr (Reuters) – El próximo líder de la Iglesia católica mundial debe situar la cuestión de los abusos sexuales cometidos por sacerdotes en el centro de su papado, afirmaron el miércoles defensores de las víctimas, criticando el legado de los tres últimos papas.

La Iglesia se ha visto sacudida durante al menos tres décadas por escándalos en todo el mundo relacionados con sacerdotes pederastas y el encubrimiento de sus delitos, lo que ha dañado su credibilidad y le ha costado cientos de millones de dólares en indemnizaciones.

“Creemos que debería ser el tema central del cónclave”, dijo en Roma Peter Isely, uno de los fundadores del grupo de supervivientes de abusos SNAP, que presentó una página web que rastrea las denuncias de encubrimiento por parte de altos cargos de la Iglesia.

El cónclave, una reunión secreta de cardenales para elegir a un nuevo Papa, comenzará el 7 de mayo.

El papa Francisco, fallecido el 21 de abril, reiteró las promesas de “tolerancia cero” de su predecesor Benedicto XVI e introdujo varias reformas para abordar el problema. Pero su aplicación ha sido irregular, según los activistas.

Benedicto fue acusado en un informe de 2022 de no haber tomado medidas en los supuestos casos de abusos sexuales cuando era arzobispo de Múnich de 1977 a 1982. El pontífice, que renunció al papado en 2013 y tenía 94 años cuando se publicó el informe, reconoció posteriormente errores y pidió perdón. Murió ese mismo año.

Benedicto, Francisco y Juan Pablo II también se enfrentaron a críticas por su actuación en relación con el fallecido excardenal estadounidense Theodore McCarrick.

El historial de Juan Pablo II, que dirigió la Iglesia entre 1978 y 2005, se vio aún más empañado por las acusaciones de que hizo la vista gorda ante el difunto sacerdote mexicano Marcial Maciel, un gran recaudador de fondos para el Vaticano que también era un pederasta en serie.

“Estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos (…) para desafiar a la jerarquía a elegir a alguien que no tenga la misma historia que tuvo Francisco, que tuvo Benedicto, que tuvo Juan Pablo”, dijo Sarah Pearson, otra representante de SNAP.

El tema de los abusos sexuales fue una de las cuestiones planteadas por los cardenales en los debates preparatorios del cónclave de la próxima semana, según informó el Vaticano el lunes.

SNAP y otros grupos de supervivientes han pedido que todos los sacerdotes depredadores sean expulsados de la Iglesia y que los obispos o cardenales culpables de encubrimiento sean despojados de sus cargos de autoridad.

Jean Luis Cipriani Thorne, cardenal sancionado por abusos sexuales, participa en las conversaciones previas al cónclave, pero no participará en la elección papal, ya que ha superado la edad máxima para votar, 80 años.

Cipriani, que fue el clérigo católico más importante de Perú, niega haber cometido ningún delito. En enero, el Vaticano confirmó informaciones de prensa según las cuales había sido sometido a restricciones “relativas a su actividad pública, lugar de residencia y uso de insignias”.

“Este hombre no tiene cabida ahí (en las conversaciones previas al cónclave), no tiene cabida ahí. Es tremendamente inapropiado, y éste es un ejemplo de lo que ocurre cuando una persona no pierde su rango y título por lo que ha hecho”, dijo Pearson.

(Reporte de Alvise Armellini, Editado en Español por Natalia Ramos)

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