JERUSALÉN (Reuters) – Casi la mitad de los habitantes de Gaza estarían dispuestos a solicitar ayuda a Israel para marcharse a otros países, según una encuesta dada a conocer el martes, que también mostró un apoyo significativo a las protestas contra Hamás.
La consulta, realizada por el Centro Palestino de Investigación Política y Encuestas, se basó en entrevistas realizadas entre el 1 y el 4 de mayo en toda la Franja de Gaza y Cisjordania, unas seis semanas después de que las fuerzas israelíes reanudaran sus operaciones en el enclave costero tras la ruptura de un breve alto el fuego.
El Centro, un “think tank” con sede en Ramalá y financiado por donantes occidentales, señaló en el informe que el 49% de los encuestados declararon que estarían dispuestos a solicitar a Israel ayuda para emigrar a través de puertos y aeropuertos israelíes, frente al 50% que dijo que no estaría dispuesto a hacerlo.
Las autoridades israelíes han afirmado que el Estado judío ayudará a los gazatíes que deseen abandonar el enclave, pero ha avanzado poco para convencer a otros países de que los acepten.
Aunque la campaña israelí de 19 meses ha reducido a escombros la mayor parte de Gaza y el bloqueo de la ayuda desde marzo ha dejado a los 2,3 millones de habitantes cada vez con menos alimentos, muchos palestinos creen que marcharse significaría entregar su hogar a Israel.
Los ministros israelíes de línea dura no han ocultado su deseo de que toda la población de Gaza abandone el enclave, en línea con el plan del presidente Donald Trump de reconstruir la zona como un centro turístico costero bajo control estadounidense.
La encuesta también reveló que el 48% de los palestinos de Gaza apoyaron la serie de manifestaciones contra Hamás que surgieron en varios lugares alrededor del enclave, un nivel mucho más alto que entre los palestinos de Cisjordania, donde solo el 14% respaldó las protestas, una rara muestra pública de oposición al grupo militante.
Al mismo tiempo, el 54% de los gazatíes también dijo que las protestas, que según Hamás habían sido organizadas por los servicios de inteligencia israelíes, estaban dirigidas por manos externas, y sólo el 20% afirmó que expresaban la opinión real de la población.
Según el Centro, la muestra de la encuesta fue de 1.270 personas, con un margen de error de +/-3,5%.
(Reporte de James Mackenzie. Editado en español por Javier Leira)
