Por Joshua McElwee
CIUDAD DEL VATICANO (Reuters) – Cuando el cardenal Jorge Mario Bergoglio salió al balcón de la basílica de San Pedro tras el cónclave de marzo de 2013, pocos fuera de su Argentina natal sabían quién era o qué tipo de Papa podría ser.
Cuando se anunció su nombre papal, las cosas quedaron mucho más claras.
Tomando el nombre de San Francisco de Asís, del siglo XIII, Bergoglio trazó un plan para su papado.
San Francisco había rechazado la riqueza y quería cuidar de los pobres. Había cuidado de los animales y del medio ambiente y había hecho un llamado conmovedor contra las guerras de su tiempo. Estos rasgos se convertirían en temas clave de los 12 años de papado de Francisco.
Con 133 cardenales católicos que iniciarán el miércoles su cónclave para elegir al sucesor de Francisco, el mundo espera el momento en que el nuevo pontífice salga al balcón. ¿Qué nombre se anunciará? ¿Qué señal enviará?
Juan, el nombre más comúnmente elegido por los papas anteriores y un nombre que Francisco sugiere a menudo como uno para su sucesor, evocaría a una figura importante de la década de 1960.
Juan XXIII (1958-1963) era conocido como un hombre gregario y sonriente, a menudo llamado “el Papa bueno”.
Contribuyó entre bastidores a apaciguar la crisis de los misiles en Cuba y convocó el Concilio Vaticano II, una asamblea de tres años de los obispos católicos de todo el mundo que dio lugar a importantes reformas de la institución mundial.
La elección del nombre Pablo podría rendir homenaje a Pablo VI (1963-1978), que sucedió a Juan XXIII y fue considerado una figura más prudente. En general, se le considera un cuidadoso consolidador, que afianzó algunas de las reformas de Juan, pero también dio respuestas doctrinales claras.
Pablo VI, por ejemplo, fue el autor de una carta de 1968 que prohibía ampliamente a los católicos el uso de métodos anticonceptivos.
Algunos cardenales dicen en voz baja que después del Papa Francisco, un nuevo papa Pablo es exactamente lo que se necesita. Francisco, el primer papa de las Américas, no siempre se ha centrado en una doctrina clara e incluso ha tomado decisiones controvertidas como permitir a los sacerdotes bendecir a parejas del mismo sexo caso por caso.
¿OTRO DOBLE NOMBRE PAPAL?
Otros nombres papales populares han sido Gregorio, Clemente, León y Pío.
También está Benedicto, que podría honrar al predecesor conservador de Francisco, Benedicto XVI. O podría honrar a Benedicto XV (1914-1922), que pasó su papado suplicando a los líderes europeos que pusieran fin al derramamiento de sangre de la Primera Guerra Mundial.
Un nuevo papa podría decidir llamarse Francisco II, lo que se interpretaría como una clara señal de que el nuevo pontífice planea continuar con una agenda similar a la del difunto papa.
El cardenal Albino Luciani, elegido papa en 1978, decidió que no podía elegir un solo nombre. Eligió Juan Pablo, en honor a sus dos predecesores inmediatos.
Cuando Luciani murió sólo 33 días después, el siguiente papa, el cardenal Karol Wojtyla, eligió Juan Pablo II (1978-2005), en honor a los tres papas más recientes.
El nuevo papa también podría elegir un nombre doble. Algo como Juan Francisco evocaría las reformas de los años sesenta y el atractivo mundial de Francisco, cuyo cortejo fúnebre y entierro congregó en Roma a unas 400.000 personas.
(Reporte de Joshua McElwee; Edición de Crispian Balmer y Janet Lawrence. Editado en español por Natalia Ramos)