Por Anna Hirtenstein y Marwa Rashad
LONDRES/MOSCÚ (Reuters) – Ahora que una helada cubre las relaciones energéticas de Europa con Rusia, funcionarios de Washington y Moscú han mantenido conversaciones sobre una posible ayuda estadounidense para reactivar las ventas de gas ruso al continente, dijeron a Reuters ocho fuentes conocedoras las conversaciones.
Europa recortó de forma drástica sus importaciones de gas ruso tras la invasión de Ucrania por Moscú en 2022, una medida que hizo que el exportador ruso Gazprom registrara unas pérdidas de 7.000 millones de dólares al año siguiente.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está impulsando la paz en Ucrania, lo que aumenta las perspectivas de un deshielo en los lazos gasísticos.
Fuentes cercanas a las conversaciones bilaterales afirmaron que la renovación del papel de Moscú en el mercado del gas de la Unión Europea podría ayudar a cimentar un acuerdo de paz con el presidente ruso Vladimir Putin.
Aunque gran parte de Europa buscó un suministro alternativo, algunos compradores permanecieron y los responsables del sector han dicho que podrían regresar cuando haya un acuerdo de paz.
En cuanto a Rusia, nada ha afectado más a su economía que la pérdida de la mayor parte del mercado europeo del gas hace tres años. Ahora suministra el 19% de la demanda europea, frente al 40% anterior, sobre todo gas natural licuado (GNL) y una parte canalizado a través de Turquía por el gasoducto TurkStream.
La participación de Washington en el restablecimiento de las ventas de gas podría ayudar a Moscú a sortear la oposición política en gran parte de Europa. También beneficiaría a Washington, dándole visibilidad, y posiblemente cierto control sobre la cantidad de gas ruso que vuelve a Europa, dijeron dos fuentes diplomáticas y una fuente de la Casa Blanca.
El enviado de Estados Unidos, Steve Witkoff, y el enviado de Putin para las inversiones, Kirill Dmitriev, han mantenido conversaciones sobre el gas en el marco de las conversaciones de paz con Ucrania, dijeron dos de las ocho fuentes.
Entre los países que siguen comprando figuran Hungría y Eslovaquia, que reciben gas a través de TurkStream. Bélgica, Francia, Países Bajos y España reciben GNL de la rusa Novatek en virtud de contratos a largo plazo.
(Reporte adicional de Jarrett Renshaw en Washington, Kate Abnett en Bruselas y Holger Hansen en Berlín; editado en español por Carlos Serrano)