Por Alistair Smout, Andrew MacAskill y Andrea Shalal
LONDRES/WASHINGTON (Reuters) – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro británico, Keir Starmer, anunciaron el jueves un “gran acuerdo” en materia comercial que deja en vigor un arancel del 10% sobre los bienes importados desde Reino Unido, mientras que Londres aceptó rebajar sus gravámenes al 1,8% desde el 5,1% y ofrecer un mayor acceso a los productos estadounidenses.
El acuerdo anunciado por Trump desde el Despacho Oval fue el primero desde que desencadenó una guerra comercial global con un aluvión de gravámenes a socios comerciales tras su regreso a la Casa Blanca en enero.
“Nos abre un mercado tremendo”, afirmó Trump, mientras que Starmer comentó por teleconferencia que “es un día realmente fantástico, histórico”.
Los inversores han estado presionando a Washington para que llegue a acuerdos para desescalar su guerra arancelaria, después de que una política a menudo caótica de Trump puso patas arriba el comercio mundial con amigos y enemigos por igual, amenazando con avivar la inflación y dar inicio a una recesión.
Altos funcionarios estadounidenses han participado en varias reuniones con socios comerciales desde que el presidente impuso el 2 de abril un arancel del 10% a la mayoría de los países, junto con tasas más altas para muchos socios comerciales que luego se suspendieron durante 90 días.
Estados Unidos también impuso aranceles del 25% a los autos, el acero y el aluminio, del 25% a Canadá y México, y del 145% a China. Está previsto que funcionarios estadounidenses y chinos mantengan conversaciones en Suiza el sábado.
En un momento en que la economía británica lucha por crecer, los aranceles habían aumentado la presión sobre su gobierno.
Jaguar Land Rover pausó sus envíos a Estados Unidos durante un mes y el gobierno se vio obligado a tomar el control de British Steel para mantenerla operativa.
En su búsqueda de un acuerdo con Estados Unidos, Londres se negó a rebajar sus normas alimentarias, estrechamente alineadas con las de la Unión Europea. Sin embargo, el sindicato agrícola británico afirmó que algunos productores estadounidenses que no utilizan hormonas de crecimiento ni lavados antimicrobianos podrían tener un mayor acceso al mercado.
La situación del arancel “de base” del 10% no quedó clara, al igual que la amenaza de un gravamen sobre la industria farmacéutica que podría perjudicar a AstraZeneca y GSK.
La noticia inicial de un anuncio hizo subir un 10% las acciones del fabricante de automóviles de lujo Aston Martin, mientras que minoristas británicos con operaciones en Estados Unidos como JD Sports y el propietario de Primark, AB Foods, también mejoraban en el día.
El gobierno de Starmer ha tratado de establecer nuevas relaciones comerciales con Estados Unidos, China y la UE tras el Brexit, sin acercarse tanto a un bloque que enfade a los demás.
(Reporte adicional de James Davey y Paul Sandle; escrito por Kate Holton; editado en español por Carlos Serrano)