El camino del cardenal estadounidense Prevost para convertirse en papa León XIV se pavimentó en Perú

Por Joshua McElwee

CIUDAD DEL VATICANO (Reuters) – Puede que el cardenal Robert Prevost sea el primer estadounidense en convertirse en cabeza de la Iglesia Católica, pero es probable que su inesperada elección por los cardenales del mundo como papa León XIV tenga menos que ver con su lugar de nacimiento que con su antiguo lugar de trabajo.

Prevost, un relativo desconocido en la escena mundial, pasó dos décadas como misionero en Perú y se convirtió en un alto funcionario del Vaticano y cardenal sólo en 2023. Su primera asignación como obispo fue en Chiclayo, en el noroeste de Perú, donde sirvió de 2015 a 2023.

Es probable que para los 133 cardenales encerrados en cónclave en la Capilla Sixtina para elegir al sucesor del argentino Francisco, el primer pontífice americano, esto no fuera un detalle menor.

“Para nosotros es el segundo papa latinoamericano”, dijo a Reuters Fernando Morales de la Cruz, un activista por los derechos humanos guatemalteco. Prevost tiene doble nacionalidad, estadounidense y peruana.

No obstante, a diferencia de Francisco, que fue elegido papa en 2013 después de servir durante décadas como obispo local y no tenía experiencia en el Vaticano, Prevost no es un completo extraño.

Pasó los dos últimos años dirigiendo la poderosa oficina vaticana que ayuda a decidir qué sacerdotes son nombrados obispos en todo el mundo. También participó en dos asambleas vaticanas de obispos de todo el mundo organizadas por Francisco en 2023 y 2024.

Con sus experiencias combinadas, llega al papado con ideas claras sobre algunos de los grandes problemas que enfrenta la Iglesia de 1.400 millones de miembros y ya es bien conocido por muchos de los cardenales.

Dado el secretismo del cónclave, no se sabrá mucho, al menos por ahora, sobre las ideas de los electores y cómo se desarrollaron sus rondas de votaciones hasta el momento en que hicieron su elección el jueves.

Sin embargo, algunos analistas tienen teorías para explicar cómo superó Prevost lo que hasta ahora se consideraba una propuesta improbable: que un cardenal estadounidense se convirtiera en papa.

“Antes del cónclave, los cardenales estadounidenses pensaban que un pasaporte estadounidense era una línea roja”, dijo Michael Sean Winters, un comentarista estadounidense que ha seguido de cerca el Vaticano. Pero los cardenales decidieron que la nacionalidad de Prevost, dada su experiencia en América Latina, “no era una barrera insuperable”, señaló.

“Lo que querían era alguien conocido entre los demás cardenales y también comprometido a continuar con las reformas de Francisco”, dijo Winters. “Y Prevost tenía ambas cosas más que ningún otro aspirante papal”.

En el segundo mandato de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, puede que los cardenales también hayan visto un valor real por primera vez en hacer papa a un estadounidense.

Francisco fue un duro crítico de Trump, diciendo a principios de año que el plan del presidente para deportar a millones de migrantes en Estados Unidos era una “desgracia”.

“En cuanto a por qué los cardenales eligieron (a Prevost), tengo que preguntarme si elevar a un ‘tipo diferente de líder estadounidense’ no fue parte del proceso de discernimiento”, dijo Natalia Imperatori-Lee, académica estadounidense y experta católica de la Universidad de Manhattan en Nueva York.

CÓNCLAVE RÁPIDO

Cuando comenzó el cónclave el miércoles, otros dos cardenales eran vistos como los principales favoritos: el italiano Pietro Parolin y el filipino Luis Antonio Tagle.

En los cónclaves, los cardenales votan una vez el primer día y cuatro veces los días siguientes. Cuando salió humo blanco de una chimenea en lo alto de la Capilla Sixtina a las 18.08 hora local (1608 GMT) del jueves, señalando la elección del nuevo pontífice, muchos pensaron que era uno de los dos.

El momento de la fumata significó que era probable que el nuevo papa hubiera sido elegido en la cuarta votación, un resultado rápido. Francisco fue elegido en quinta ronda en 2013.

En 1978 se necesitaron ocho votaciones para elegir a Juan Pablo II. Al igual que Prevost, el cardenal polaco Karol Wojtyla no era visto como favorito para el cónclave que le hizo papa.

DISCURSO PREPARADO

Un cardenal -que no pudo participar en el cónclave por tener más de 80 años- dijo que, basándose en su experiencia, es probable que en la tercera votación surgiera el consenso de que en la siguiente ronda Prevost alcanzaría la mayoría de dos tercios necesaria para ganar la elección.

La tercera votación habría sido la segunda celebrada el jueves por la mañana, antes de que los cardenales se tomaran un descanso para almorzar.

El cardenal retirado, que habló bajo condición de anonimato para hablar del secreto proceso, sugirió que Prevost podría haberse tomado tiempo en la pausa del almuerzo para elegir su nombre papal y empezar a redactar su primer discurso como líder de la Iglesia.

Cuando León XIV apareció por primera vez en el balcón de la Basílica de San Pedro, unos 70 minutos después de su elección, para saludar a decenas de miles de personas en la plaza, habló a partir de un texto escrito.

Ninguno de los últimos cuatro papas utilizó un texto escrito para su primer discurso desde el balcón. En 2013, la primera palabra de Francisco fue simplemente “Buonasera” (Buenas noches), y habló apenas unos minutos.

Preguntado por un reportero del Canal 4 italiano dos días antes del cónclave si sería elegido papa, Prevost respondió: “Todo está en manos del Espíritu Santo”.

El reportero mencionó entonces que el cardenal tenía un abanico de experiencias que podría ofrecer como pontífice, ya que nació en Estados Unidos, vivió en Perú y conoce a obispos de todo el mundo gracias a su trabajo en el Vaticano.

“Todo eso es cierto, sí”, respondió Prevost.

(Reporte adicional de Philip Pullella; editado en español por Carlos Serrano)

tagreuters.com2025binary_LYNXMPEL480MQ-VIEWIMAGE

tagreuters.com2025binary_LYNXMPEL480MR-VIEWIMAGE