Por Nidal al-Mughrabi y James Mackenzie
EL CAIRO/JERUSALÉN (Reuters) -Un rehén israelí-estadounidense fue liberado el lunes tras 19 meses de cautiverio en Gaza durante una breve pausa en los combates y se reunió con su familia, pero los ataques israelíes contra el enclave no tardaron en reanudarse.
El Ejército israelí recibió a Edan Alexander, de 21 años, de manos del Comité Internacional de la Cruz Roja, que facilitó su traslado desde el grupo militante palestino Hamás.
Fue trasladado a una instalación militar israelí y se reunió con su familia. Un video mostró que su madre, Yael Alexander, lloraba mientras lo abrazaba, diciendo: “Qué fuerte eres. Te quiero tanto, Edan. Estábamos tan preocupados”.
Alexander era el último estadounidense vivo retenido por Hamás y el Canal 12 de Israel dijo que su estado era “bajo”, sin citar una fuente. En las fotos facilitadas por Israel, se le veía pálido pero de buen humor.
Los combates cesaron a mediodía en Gaza después de que el primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que Israel detendría sus operaciones para permitir un paso seguro para la liberación del rehén.
Las autoridades sanitarias palestinas informaron de bombardeos de tanques israelíes y de un ataque aéreo tras la entrega, y no se llegó a un acuerdo sobre una tregua más amplia ni sobre la liberación de rehenes.
Tras la reanudación del fuego israelí, las autoridades de Gaza informaron que un ataque aéreo había matado a tres personas y herido a varias más en un refugio para familias desplazadas en Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza.
Hamás dijo que liberó a Alexander como gesto de buena voluntad hacia el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que visita la región esta semana.
“Edan Alexander, rehén estadounidense que se creía muerto, será liberado por Hamás. Grandes noticias!”, escribió Trump en mayúsculas en su plataforma de redes sociales temprano el lunes.
Netanyahu dijo que la liberación de Alexander se produjo gracias al accionar militar de Israel en Gaza y a la presión política de Trump.
En una foto tomada en el helicóptero militar y difundida por Israel, Alexander sostenía un cartel en el que se leía: “Gracias, presidente Trump”.
Netanyahu ha dicho que no habrá alto el fuego y que los planes para intensificar la acción militar en Gaza continuaban. “Israel no se ha comprometido a un alto el fuego de ningún tipo”, señaló su oficina.
El Observatorio Mundial del Hambre alertó el lunes que medio millón de personas en la Franja de Gaza se enfrentan a la inanición y existe un riesgo crítico de hambruna para septiembre.
TRAER A TODOS A CASA
Trump tiene previsto visitar los países del Golfo en un viaje que no incluye una parada en Israel, pero se espera que el enviado especial Steve Witkoff, que ayudó a organizar la liberación, llegue a Israel el lunes, dijeron dos funcionarios israelíes.
La familia de Alexander agradeció a Trump y a Witkoff, diciendo en un comunicado que esperaban que la decisión abriera el camino para la liberación de los otros rehenes restantes.
“Instamos al gobierno israelí y a los equipos negociadores: por favor, no se detengan”, dijeron.
Funcionarios estadounidenses han tratado de calmar los temores en Israel de un creciente distanciamiento entre Israel y Trump, quien la semana pasada anunció el fin de los bombardeos estadounidenses contra los hutíes respaldados por Irán en Yemen, que han seguido disparando misiles contra Israel.
El gobierno de Israel se ha enfrentado a críticas por el acuerdo para liberar a Alexander, que dejó al descubierto la prioridad que se da a los rehenes capaces de contar con el apoyo de un gobierno extranjero.
Einav Zangauker, cuyo hijo Matan se encuentra entre los 21 rehenes que se cree que siguen vivos, dijo que Netanyahu estaba optando por su supervivencia política antes que por poner fin a la guerra.
Dirigiéndose a Trump en una declaración que leyó con otras familias de rehenes, dijo: “El pueblo israelí te apoya. Pon fin a esta guerra. Tráelos a todos a casa”.
Tras un acuerdo de alto el fuego que detuvo los combates en Gaza durante dos meses y permitió el intercambio de 38 rehenes por prisioneros palestinos y detenidos en cárceles israelíes, Israel reanudó su campaña militar en el enclave en marzo.
Desde entonces, ha ampliado su control del territorio, despejando alrededor de un tercio describiéndolo como “zona de seguridad” y bloqueado la entrada de ayuda en Gaza, dejando a sus 2 millones de habitantes cada vez más escasos de alimentos.
La semana pasada, el embajador de Estados Unidos en Israel, Mike Huckabee, esbozó planes para un nuevo sistema de entrega de ayuda por parte de contratistas privados, pero muchos detalles no están claros, incluida la financiación.
El presidente alemán Frank-Walter Steinmeier dijo el lunes al presidente israelí Isaac Herzog que la ayuda humanitaria en Gaza debía reanudarse inmediatamente. Herzog afirmó que el nuevo mecanismo de ayuda llegaría a los civiles, no a Hamás, e instó a la comunidad internacional a colaborar en ponerlo en práctica.
(Reporte de James Mackenzie, Maayan Lubell y Nidal al-Mughrabi; información adicional de Steve Holland y Rami Ayyub en Washington; redacción de James Mackenzie y Angus McDowall; Editado en español por Natalia Ramos y Javier Leira)